COMIDA RÁPIDA: UNA ALTERNATIVA CON MUCHAS CALORÍAS
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odos hemos tenido, al menos
como mínimo, una compra en un puesto callejero, o en un establecimiento, que
ofrezca este tipo de comida y servicio. Hoy en día, debido a los tiempos tan
cortos para poder disfrutar de los alimentos en nuestro hogar, es que nos hemos
visto en la necesidad de optar, por consumir este tipo de productos, para
satisfacer nuestro apetito.
Nuestro
día comienza, ya sea, saliendo de casa con rumbo al colegio o en dado caso, al
trabajo; y lo primero que encontramos, son puestos de comida a la orilla de la
banqueta, en los cuales resaltan en letreros y lonas, el tipo de comida para
degustar ahí mismo o para llevar.
La
práctica y uso de la comida rápida, ha sido de gran ayuda para un gran sector
de la población a nivel mundial. Tanto ha sido el éxito, que, muchos
establecimientos, ofrecen su servicio en ventanillas para poder comprar desde
la comodidad de un automóvil.
La
facilidad con la que se puede disfrutar de este tipo de comidas, es que no se
requiere de cubiertos. Es servida en prácticas cajas de cartón o en platos y
vasos desechables, que pueden resguardar la comida, si llegaras a necesitar
conservarla para consumirla más tarde. Aunque debemos recordar, que estos
contenedores pueden ser reutilizados para tratar de no dañar mucho al
medioambiente.
Resulta
de lo más sencillo a la hora de solicitar la compra, ya que también existe el
servicio a domicilio. Con el uso de la tecnología, mediante redes sociales o
aplicaciones para dispositivos móviles, es posible ordenar desde casa y así
evitar el problema de tener que salir en un día muy caluroso o en condiciones
adversas.
También,
algo muy notorio en este clase de negocios, es que no tienen personal que
atienda en las mesas, “meseros”, como comúnmente les llamamos; únicamente
existe personal, que cobra por el servicio y los que se encargan de elaborar
los productos, así como la entrega de los mismos.
Cabe
mencionar, que el uso y compra de alimentos, llamados como comida rápida, no es
algo relativamente nuevo. Se tiene registro y conocimiento que en Europa, y
para ser más exactos, durante las Guerras Napoleónicas, los soldados franceses
pedían en los restaurantes que les sirvieran sus alimentos lo más rápido
posible, ya que debían combatir y el tiempo era un gran factor del cual no
podían desperdiciar.
La
comida rápida ofrece alternativas muy variadas, pero también existen aspectos
negativos en ella, como lo son el alto contenido de grasa, azúcares y una
enorme cantidad de calorías, que se encuentran en la mezcla de sus
ingredientes; es por ello, que se ha hecho acreedora al nada elegante nombre de
“comida chatarra”.
Es
verdad que, no todos apoyan esta clase de alimentos por las consecuencias que
puede generar en la salud, si es que se consume inadecuadamente. Pero esto no
ha sido un obstáculo, para que continúe el servicio y venta de alimentos
denominados comida rápida. Es de gran aceptación, principalmente, por jóvenes
en su mayoría; por su costo accesible y aceptémoslo… ¡es deliciosa!
“El conocimiento habla
y la sabiduría escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).