AUTOPISTAS: LAS ARTERIAS DE LA NACIÓN
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ablar de otro tema referente a los
sistemas de transporte, es tomar en cuenta, a una de las vías más rápidas que
pueden existir en los territorios de todos los países del mundo. Hoy en día, la
comodidad que esto representa permite realizar viajes en modernas redes de
comunicación; las cuales conectan a importantes localidades y destinos para
nuestro beneficio.
Ya
sea en automóvil propio, autobús u otro tipo de medio de transporte, disfrutar
de un paseo por este tipo de carreteras, puede llegar a resultar un verdadero
deleite, aunque en ocasiones resulte lo contrario, debido a los mantenimientos
de regular calidad que, en veces, se les dan. Pero no todo es malo, si el viaje
bien vale la pena.
Quizá
para la mayoría de nosotros, nos resulte algo convencional utilizar la red de
autopistas, ya que estamos acostumbrados por el uso tan recurrente que hacemos
de ellas. Pero, ¿alguien sabe el origen de dónde surgió la brillante idea para
crear la primera red de autopistas del mundo?
Posiblemente
la respuesta sea un “no”. Habrá que
remontarse al siglo pasado, específicamente a los años de 1934 y 1935, en la
Alemania Nazi, donde la visión del controvertido Adolf Hitler, proyectó una red
de autopistas de siete mil kilómetros con el fin de unificar a su país; por lo
que su nombre ha quedado, de alguna manera, adosado a este tipo de vías de
comunicación.
Llegadas
a ser consideradas como “las arterias por
las que circula la sangre de las naciones”, por lo que representan en la
vida diaria, al transportarse por ellas cantidades importantes de personas y
productos, que son puestos al alcance de todos, siendo parte de los beneficios
del progreso.
Nada
podrá sustituir el movimiento en masa que logran las autopistas. Por ellas
diariamente, circulan miles de autos y camiones que, no sólo abastecen las
necesidades básicas de la población, sino que conectan y apoyan también, a
otros medios de transportes como lo son los ferrocarriles y puertos aéreos y marítimos.
Con estas acciones se conjunta una red de servicios que moviliza a toda una
nación.
Una
gran ventaja de las autopistas es que se pueden alcanzar velocidades más altas,
a cambio de menores riesgos, por el diseño con el cual están proyectadas. Quizá
la principal desventaja, sería el costo del peaje que, en ocasiones, sobrepasa
lo que pudiera considerarse como lo justo para los usuarios.
Sea
como sea, con sus antecedentes históricos y sus costos elevados, lo que en
realidad hay que sopesar es el beneficio que, dentro de lo razonable,
proporcionan como impulso a la población.
“El
conocimiento habla
y
la sabiduría escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).