ÁMSTERDAM: LA TIERRA DE LOS TULIPANES
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a ciudad neerlandesa de Ámsterdam es
considerada una de las más bellas del mundo. Ubicada en una zona rodeada por
canales, ofrece un hermoso panorama para los turistas que tienen la fortuna de visitarla.
Aquí, se pueden encontrar todo tipo de atracciones, según sea el gusto
personal.
Desde
visitar museos, recorrer los canales en una
embarcación, acudir a eventos deportivos, pasear en bicicleta o recorrer
frondosos parques, en los que veremos sus famosos y delicados tulipanes.
En
Ámsterdam, se puede vivir la experiencia de visitar una de las cervecerías más
famosas del mundo. Se muestra el proceso de elaboración, mediante una visita
guiada y se puede saborear un vaso de cerveza fría.
Se
recomienda recorrer las calles a pie, o en el mejor de los casos, en una
bicicleta; lo que, para los locales, es uno de los medios de transporte más
comunes y que favorecen al medio ambiente.
Una
buena opción, es asistir a uno de los más famosos museos del mundo: el Museo
Van Gogh; el cual, llega a recibir anualmente, un promedio de dos
millones de visitantes.
Para
los amantes del fútbol, una visita al “Johan Cruyff Arena” es una
experiencia inolvidable; ya que, gracias a las condiciones climáticas y a la
tecnología, posee uno de los mejores céspedes. Visitar este emblemático estadio,
nos hará recordar épocas doradas del Ajax FC.
Al
igual que muchas ciudades de Europa, ofrece espacios para eventos culturales al
aire libre; principalmente, en el mes de abril, por el clima favorable de esta
época del año. Se presentan conciertos de música electrónica, galerías de arte
contemporáneo, al igual que exposiciones escénicas y fotográficas.
Otro
motivo, para que abril sea uno de los meses más especiales, es porque en estas
fechas, es cuando los tulipanes hacen gala y muestran su esplendor. Por eso, se
recomienda recorrer la ciudad a pie o en bicicleta, para poder disfrutar al
máximo del paisaje tan exclusivo.
Respecto
a la comida, se recomienda probar lo típico, por ejemplo: los Bitterballen (crujientes croquetas de
carne, a las que se le puede untar mostaza), y el Broodje Haring (arenque crudo con cebolla y pepinillos). Aunque es
difícil asimilar para los que no gustan de consumir alimentos crudos. Siempre
es mejor probar y no quedarse con la duda.
Algo
más grato para comer, sería un Stroopwafel
(par de waffles delgados a manera de sándwich, unidos por una capa de
caramelo); una dulce delicia, que hará más placentera la caminata por las
calles de Ámsterdam.
Hay
mucho por hacer y disfrutar en una ciudad como ésta, por lo que es altamente
recomendable.
“El
conocimiento habla
y
la sabiduría escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).