EL JAGUAR: NUESTRO EXÓTICO FELINO
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l grandioso e impresionante jaguar. El
felino más grande del Continente Americano, con la característica de ser un
experto cazador sigiloso. Difícil de ser escuchado y de ser visto por sus
presas, gracias a su piel cubierta por manchas oscuras; que le permiten pasar desapercibido,
haciéndolo casi invisible.
Hay
que mencionar, que también existen ejemplares negros totalmente. A este exceso
en la pigmentación se le conoce por el nombre de melanismo. A consecuencia
de esta característica del pelaje negro en los jaguares, es que en ocasiones se
les ha catalogado, erróneamente, como si se trataran de una especie distinta, e
incluso, dándoles el nombre de “pantera”. Pero lo cierto, es que sólo se
trata de una mutación genética.
Con
una longitud de casi dos metros, un peso de poco más de 100 kilogramos y con
una de las mordidas más destructivas y poderosas del reino animal —lo suficiente
para penetrar el duro y grueso caparazón de una tortuga—, lo convierten en un
implacable depredador.
Con
camadas de una a cuatro crías, las hembras son quienes se encargan de cuidar a
los cachorros durante el proceso de crecimiento; debido a que se han presentado
casos, en los que los machos han llegado a recurrir al canibalismo.
Su
nombre proviene del guaraní: “yaguar”, que ha sido traducido como
“bestia de presa”. Un animal caracterizado por su vida en solitario y
con gran habilidad para cazar durante el crepúsculo, e incluso de noche.
En
México, se tiene la fortuna de tenerlo como parte de la fauna silvestre del
país. Lamentablemente, ha sido víctima de cazadores y de campesinos, que toman
represalias al perder un miembro de su ganado; quienes se vuelven presas, al
estar cercanos a su hábitat natural, cada vez más reducido.
En
lo que se refiere a la importancia del jaguar para las diferentes culturas en
México, es necesario mencionar, que este hermoso felino sirvió de inspiración,
como símbolo de poder y combate. A su vez, fue asociado con lo
religioso, al encontrarse relacionado con el dios Tezcatlipoca y
al inframundo; de igual modo, en el aspecto artístico, lo que se
ve reflejado todavía en nuestros tiempos.
México
cuenta con un importante número de ejemplares viviendo en su hábitat natural; el
cual, desgraciadamente, año con año se destruye, reduciendo considerablemente
las zonas selváticas.
Para
los turistas nacionales y extranjeros, que gustan del ecoturismo, pueden
visitar el Estado de Quintana Roo, donde hay agencias que ofrecen recorridos
por zonas selváticas; y de entre todas sus maravillas, existe la posibilidad de
ver un jaguar en la naturaleza. Las Reservas de la Biósfera de Calakmul (Campeche),
Sian ka’an (Quintana Roo) y Montes Azules (Chiapas)
están destinadas a la preservación de esta especie.
Por
eso, si el jaguar desapareciera, sería un grave problema para el entorno
ecológico; ya que, como máximo depredador, ayuda a mantener el equilibrio en el
ecosistema. Con apoyo del gobierno mexicano, se está luchando por su
conservación, para que siga siendo parte fundamental de la fauna nacional.
La
conservación es un trabajo conjunto. Ayudemos a cuidar el medio ambiente,
aportando nuestro ‘granito de arena’, para proteger de este importante y
exótico felino.
“El
conocimiento habla
y
la sabiduría escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).