EL OÍDO: ALGO APARTE QUÉ ESCUCHAR
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no de los cinco sentidos con el que
contamos es el oído, —parte del llamado “sentido auditivo”—, el cual nos
permite distinguir los diferentes sonidos que nos rodean; además de ayudarnos a
mantener el equilibrio. De acuerdo con los especialistas, el oído se compone en
tres partes: oído externo, oído medio y oído interno.
La
forma en que distinguimos los sonidos, va más allá de una simple explicación.
Al igual que el resto del cuerpo humano, el oído es una maravilla que nos
permite desarrollarnos —junto a los otros cuatro sentidos (vista, gusto, tacto
y olfato)—, de una forma plena para coexistir con los demás, haciendo que todas
nuestras actividades sean más estimulantes.
Una
combinación entre captación de ondas sonoras, transformadas en impulsos
nerviosos, que a su vez son llevados a la corteza cerebral. Todo esto mediante
la intervención del tímpano, el oído interno y el nervio auditivo,
respectivamente; dando como resultado la definición de sonido.
Pero,
ante todo, ¿sabemos cómo cuidar nuestros oídos? Es de resaltar que hoy en día,
los sonidos en nuestro entorno se encuentran en una cantidad avasalladora,
tales como música a volúmenes excesivos, ruidos de industrias y vehículos. En
pocas palabras, contaminación auditiva.
Si
a lo anterior le sumamos el uso excesivo de los audífonos (algo que dentro de
esta sociedad va cada día más en aumento), podríamos desarrollar algún tipo de
problema para nuestros oídos, aunado a otros factores como la introducción de
agua, exponerse a ruidos continuos y fuertes, así como la introducción de
objetos para retirar el cerumen.
Dentro
de las recomendaciones, siempre estarán las de usar protectores auditivos, para
los casos de exposición a períodos prolongados; alejarse de las fuentes de
ruido; escuchar música dentro de los parámetros seguros; visitar periódicamente
al otorrinolaringólogo; no introducir objetos para la limpieza, sólo limpiar la
parte externa con una toalla, agua y jabón.
Otras
cosas que hay que evitar, serían los golpes, ya sea por accidente o por
practicar alguna disciplina deportiva; tener cuidado con el agua de piscinas
públicas contaminadas para evitar algún tipo de infección; y la más importante,
no automedicarse.
Debemos
tomar en cuenta que los oídos están diseñados para contener un poco de cerumen,
ya que éste funciona como una barrera protectora contra agentes extraños que puedan
ingresar, como el polvo. Por eso la importancia de recalcar el modo de limpieza
descrito anteriormente, sin el uso de hisopos u otro objeto, que pudiesen
compactar e introducir más el cerumen acercándolo al tímpano, cosa que no es
recomendable.
No
cabe duda alguna, que nuestro cuerpo es una máquina perfecta, la cual requiere
lo necesario para funcionar correctamente, por lo que siempre deberemos tomar
en cuenta los consejos básicos para mantenernos bien.
Por
eso se recomienda hacerse una audiometría, y así prevenir alguna de las
enfermedades más comunes que se pudiesen presentar.
“El
conocimiento habla
y
la sabiduría escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).