martes, 10 de marzo de 2020

BULLYING: "Es muy sabido que por temor, las personas que son violentadas no se atreven, en la mayoría de los casos, a evidenciar a sus agresores, por miedo a represalias. En ocasiones, los adultos hacen caso omiso a las quejas de los hijos. Sea cual sea el tipo de Bullying, siempre habrá que erradicarlo desde casa".



BULLYING: UN PROBLEMA MAYOR

A
lgo muy común en los diferentes centros educativos en todas las parte del mundo y a lo que no podemos ser ajenos, es al llamado acoso escolar, mejor conocido como “Bullying”. Esto es un hecho lamentable que, aunque se hable al respecto, se sigue dando de forma natural.

Hoy en día en que la sociedad repudia toda clase de violencia, y se manifiesta de diferentes formas, pareciera que con este tipo de acoso todavía falta mucho para poder erradicarlo de las distintas escuelas. Es muy sabido que por temor, las personas que son violentadas no se atreven, en la mayoría de los casos, a evidenciar a sus agresores, por miedo a represalias.

Esto se ha presentado de diferentes formas, por lo que, en muchos de los casos, los padres, tutores y profesores, no se percatan de los hechos, llegando a tener graves consecuencias, por el desconocimiento del trauma que llegan a vivir los menores y los no tan menores.

En ocasiones, los adultos hacen caso omiso a las quejas de los hijos, lo que llega a repercutir en la baja autoestima al sentirse despreciados; pudiendo llegar a desencadenar un sinnúmero de problemas psicológicos y de aislamiento, durante la etapa en donde la personalidad se está construyendo.

Es interesante saber el porqué ocurre el Bullying, pero sería tratar este tema con un profesional de la psicología, ya que pueden haber diferentes factores para que un acosador exista como tal. Por lo general, son personas con problemas dentro de su núcleo familiar, donde el maltrato y todo tipo de vejaciones logran afectar sus pensamientos y forma de ser, descargando esa frustración e ira contra sus semejantes, que no son capaces de responder a las agresiones.

Siempre será urgente prevenir y tratar de solucionar este problema por las dos caras de la moneda, por el lado del acosador y de la víctima. Es posible que se piense que la víctima es el más necesitado de ayuda, en estos casos; pero el agresor también necesita ser atendido, debido a que este último puede estar acarreando frustraciones y sentirse que no encaja en la sociedad, lo que vislumbraría a un delincuente en potencia.

En el caso de la víctima, la situación también es de cuidado. Como expusimos al inicio, la autoestima es la que más se daña por sentirse débiles, por no poder enfrentar las situaciones que se les presente, llegando a descuidar aspectos importantes como la responsabilidad en la escuela y con sus actividades en el hogar, manifestándose en malas notas escolares y reprimendas de los padres. De ahí se pueden desprender muchos factores más, como la pérdida del curso escolar, depresión, trastorno emocional, ansiedad y suicidio.

La violencia siempre generará más violencia, por eso este tipo de problemas se deben tratar, primeramente, desde el núcleo familiar. Para ayudar a un acosador, siempre será necesario platicar con él, interesarse en sus actividades y analizar su conducta. Es necesario siempre darle la confianza, hacerle ver que lo que hace a otros es incorrecto y que ofrecer una disculpa nunca estará mal, pero siempre, hacerle ver lo importante que es para la familia.

En el caso de la víctima, será algo parecido. Será necesario darle la confianza para que platique sobre el acoso que sufre y orientarlo a que se enfrente al, o los agresores, sin violencia, o en su caso, reportarlos a las autoridades del plantel. Pero si la situación es grave, será necesaria la ayuda de un psicólogo.

Dentro de la clasificación de este tipo de acoso existen:

El “Bullying físico” tal vez sea el más común. Comprende agresiones físicas que van desde un empujón, manotazos, golpizas y daño de las pertenencias por parte de el, o los agresores, con toda alevosía.

El “Bullyng verbal” es una manifestación de discriminación intencionada basada en insultos, apodos, burlas, incluyendo discriminación racial, amenazas y difusión de información falsa, tratando de difamar y desprestigiar.

El “Bullying psicológico” posiblemente sea el que más secuelas pueda dejar en el individuo. La manipulación, chantaje, intimidación y amenazas fomentan el miedo, indefensión y vulnerabilidad, a tal grado de vivir en un ambiente de tensión. Todo esto repetidamente; logrando un sentimiento de inferioridad ante una falsa figura de autoridad del agresor.

El “Bullyng social” no es más que el aislamiento que le hacen a la víctima al ignorarlo y excluirlo del grupo, sin darle la oportunidad de convivir y compartir con los demás, haciéndole ver que no existe.

El “Bullying sexual” es otro tema delicado. Aquí se planta el ataque, persuasión o abuso sexual. Muchas veces basada en la homosexualidad real o ficticia, perjudicando a la víctima.

El “Bullying cibernético” se basa principalmente en el anonimato, bajo el uso de dispositivos electrónicos, buscando la humillación por medio de la difusión por las redes sociales, blogs, chats, correos electrónicos, etc., de diferente material ofensivo.

Sea cual sea el tipo de Bullying, siempre habrá que erradicarlo, pero para eso, todo debe empezar desde casa.


“El conocimiento habla
y la sabiduría escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).