"The last of the race" (Tompkins Harrison Matteson, 1847) |
GRAN ESPÍRITU:
EL CREADOR UNIVERSAL AMERICANO
A
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mérica, con la llegada de los
conquistadores europeos y los posteriores años de guerra, tuvo que sufrir
forzosamente cambios importantes en todos los aspectos. La desaparición de
muchas de las prácticas originarias, el fenómeno del sincretismo y la adopción
de nuevas corrientes ideológicas, nos han hecho olvidar la riqueza cultural del
pasado americano.
“Gran
Espíritu”
—“Gitche Manitu”, conocido también como “Gran Misterio”—
es la entidad primigenia presente en varias de las tribus americanas: el Hacedor
del Universo. Sin embargo, la expresión “entidad” no sería la
mejor manera de definirle, pues el concepto de lo sobrenatural dista de esa concepción
habitual que casi siempre termina en la personalidad o personificación de los
seres, diferente de aquella que implica solo abstracción (como es el caso). Ake
Hultkrantz, autor de “Religiones nativas de Norteamérica: el poder de las
visiones y la fertilidad”, lo nombra “Espíritu Indio”.
Manitu significa “espíritu”,
pero en un sentido de interacción y absoluta conexión de la creación entera. De
este modo, el Gran Espíritu, es resultado y consecuencia de la armonía y
el equilibrio de todas estas energías individuales presentes en la naturaleza.
A cada cosa (piedras, animales y elementos), el Creador le ha concedido un
espíritu, una energía, una esencia, una fuerza y un misterio. Podría decirse
que, al mismo tiempo, cada parte es manifestación del todo. Es en el concepto
de Unidad de donde parte la doctrina americana.
El
erudito estadounidense Joseph Epes Brown, narra la historia de un hombre que ansiaba
conocer el rostro del Creador, por lo que pensó que, si dormía, en sus sueños
lo vería. Desafortunadamente no sucedió como él esperaba. Soñó con muchas
cosas, pero “jamás lo vio”. Tiempo después comprendería que había vivido
en un error, pues el Creador se encontraba en todo aquello que había soñado, y
que incluso, Él continúa manifestándose en la totalidad de cuanto existe en la
Tierra.
Gran
Espíritu
es concebido como un ente misericordioso, sabio y justo. Y aunque como fuera
mencionado, su esencia proclama la comunicación y la interacción de todas las
cosas, también es posible que el ser humano lo encuentre a través de la soledad,
del silencio y la contemplación. Para los sioux era el conductor de
hombres, como expresó en su momento Alce Negro, a quien —de
acuerdo con el portal Vatican News—, el proceso de beatificación le
fuera abierto en 2017: “Que el Gran Espíritu proyecte su luz en tu
camino”.
La
adhesión de los miembros americanos a las creencias de su pueblo estaba afianzada
por la tradición y la fidelidad. El respeto a los antepasados era fundamental, manifestado
en el esfuerzo de los adultos y sabios por continuar transmitiendo la idea a
los más jóvenes, a través del arte, las ceremonias y los mitos.
La
mujer era un símbolo importante en la cultura americana. Por ejemplo, los
iroqueses creían que la humanidad descendía de una mujer, la cual había venido
de los cielos y cuya naturaleza era divina. Por otro lado, se dice que el
ritual de “La Pipa Sagrada” practicada por los nativos, se debía a
que el Gran Espíritu así lo deseaba. La Mujer Búfalo Blanco —quien
algún día al final de los tiempos nuevamente vendrá—, entregó entonces a los
hombres la pipa sagrada, de modo que hallaría la paz todo aquel que
lograra comprender solamente con el poder de su corazón.
“El
conocimiento habla
Y
la sabiduría escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).