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a ficción es algo que siempre está
presente en nuestra mente, a tal grado de estar divagando en lo que pudiéramos
cambiar de los eventos vividos, pensando en desenlaces alternativos a los que tuvimos
que experimentar, analizando todo tipo de resultados posibles.
Es
común preguntarnos el porqué de haber tomado una decisión sobre algo que, a
final de cuentas, nos ha causado algo contraproducente; ya sea, por tomar una
acción a la ligera sin medir las consecuencias, para después llenarnos de
arrepentimiento sin poder hacer algo al respecto.
Todos
hemos pasado por situaciones así, donde desearíamos haber tenido consecuencias
a nuestro favor. Ejemplos pueden ser muchos, desde quedarse dormido y llegar
tarde al trabajo, perder un vuelo, llegar justo cuando están cerrando el mini
súper, etc. Podríamos seguir con una lista larga de cosas que nos han dejado
con ese mal sabor.
A
través de los años han existido muchas obras literarias, así como series de
televisión y películas que han tratado sobre el tema de los “viajes en el tiempo”. Ejemplos como la
novela “El fin de la eternidad” de
Isaac Asimov o la obra de Andreas Eschbach: “El
video Jesús”, así como la serie televisiva “Quantum Leap” y quizá, el filme más icónico y conocido por todos: “Back to the Future” en su trilogía, y
muchos trabajos más que hablan sobre este tipo de viajes.
Curiosamente,
la idea cruza por la mente siempre y cuando las cosas no hayan tenido el éxito
deseado. Posiblemente, el pensar así resultase egoísta, por sólo preocuparse por
el beneficio propio o de nuestros allegados, sin tomar en cuenta el beneficio
de otros.
Ahora
bien, si viajar en el tiempo fuera posible, se podrían solucionar muchos males
que aquejan a nuestra sociedad actual, dejando de lado sólo pensar en nosotros
mismos, beneficiando al bienestar común, viviendo en “un mundo feliz”, algo que suena utópico, pero que muy en el fondo
anhelamos.
Como
toda ficción, no es más que eso: una fantasía. Si todos pudiéramos y tuviéramos
esa facilidad de “viajar”, esto sería
un caos total, debido a que todos buscaríamos tener solucionada nuestra vida,
sin pensar que, al hacerlo, tendríamos que afectar a otros, voluntaria o
involuntariamente. Esto, debido a que la vida está llena de contrastes y no se
puede estar sólo de un lado sin afectar al otro.
Algunos
ejemplo serían: ricos y pobres, jóvenes y viejos, sanos y enfermos, etc., por
lo que no habría el equilibrio que se necesita para que este mundo funcione.
Desde
luego, si existiera alguna “máquina del
tiempo” para ir al futuro y al pasado, desearíamos que fuera propia, para
utilizarla a nuestra entera satisfacción y obtener todo lo que quisiéramos.
Afortunada
o desafortunadamente, se trata de un hecho hipotético, en el cual, analizando
la situación, podría ser más perjudicial que benéfico. Pero una cosa es segura,
quisiéramos poder experimentar algo así, al estilo de Marty McFly y conocer
sobre la historia de nuestros ancestros y de nuestro futuro cercano y lejano.
“El
conocimiento habla
y la sabiduría
escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).