"Dogu", representación de seres divinos.
JAPÓN ANTIGUO: PERÍODOS JOMON Y YAYOI
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el pasado de Japón poco se sabe. Si algo ha quedado muy claro en la historia, es la gran influencia que tuvo China durante la antigüedad. La escritura, por ejemplo, es uno de estos casos; ya que, hasta antes de esto, era totalmente desconocida. La arqueología es relativamente nueva en las islas japonesas, puesto que sería a mediados del siglo pasado, que se iniciaría una profusa labor de investigación y excavaciones.
De acuerdo con los resultados obtenidos, se calcula que los primeros pobladores debieron instalarse hace tres mil años antes de nuestra era, según las dataciones obtenidas de distintas construcciones, tales como viviendas y tumbas. Aunque el debate continúa, especulándose que pudo ser, incluso, varios siglos antes.
La cultura Jomon, se cree que debió emigrar de Siberia, siendo un grupo prolífero, toda vez que vestigios suyos han sido descubiertos en gran parte de Japón. Los Jomon lograron sobrevivir gracias a la recolección de frutos, así como a la caza y a la pesca, principalmente. Sus viviendas eran muy primitivas, ya que, para sostener el techo, cavaban un hoyo en la tierra para después incrustar en él un palo.
Los trabajos en cerámica se han ganado el reconocimiento de los investigadores. Su calidad, decoración y forma son excelentes. En el Museo Nacional de Tokio se encuentran exhibidas figuras de arcilla, las cuales nos permiten acercarnos a la esencia de esta arcaica civilización. En la isla de Honshu fue descubierto un artefacto que parece representar el torso de una mujer, al cual los historiadores asociaron con la divinidad de la fertilidad.
Otra de las culturas antiguas de Japón, fue la Yayoi, cuyos primeros restos fueron descubiertos en la ciudad capital de este país. A diferencia de los Jomon —de los que se tiene entendido que no hacían uso de la agricultura para su subsistencia—, el grupo de los Yayoi conocían la técnica para el cultivo de arroz mediante el empleo de la irrigación, lo cual se especula, debió ser aprendido en Asia. Fue gracias a este conocimiento, por lo que su población pronto prosperó.
Pocos siglos después, tendría lugar la paulatina influencia extranjera, tanto de Corea como de China, con la importación de las técnicas metalúrgicas, primero del bronce y posteriormente del hierro. Aunque en cierta medida resultaría contraproducente con el pasar de los años, ya que las armas se volvieron sofisticadas, permitiendo a los pobladores de las islas japonesas, declarar la guerra con mayor seguridad.
No sólo el aspecto militar evolucionó, sino también la organización social, incluyendo la cuestión religiosa. Se cree que a finales del período Yayoi, el Sintoísmo hizo su aparición en el escenario histórico japonés, la cual rinde culto a los Kami, señores y espíritus de la naturaleza. Los estudiosos afirman, que pueden encontrarse similitudes en las creencias de los pueblos primitivos de China, Corea y Japón, al coincidir los tres, en la veneración inicial a los espíritus de los antepasados, ante la convicción de que estos podían repercutir en la vida del ser humano; ya fuera positiva o negativamente.
