LINARES: MÚSICA Y GASTRONOMÍA NEOLEONESA
E
|
n el Estado del noreste de México, Nuevo
León, se encuentra “Linares”, un atractivo lugar, el cual fue reconocido
como “Pueblo Mágico” en el año dos mil quince. Siguiendo la ruta por la Carretera
Nacional o Carretera Federal número ochenta y cinco, a ciento
treinta kilómetros de la ciudad de Monterrey y a ciento cincuenta y seis, de
Ciudad Victoria; se encuentra este sitio neoleonés, que tiene interesantes
cosas para mostrar a sus visitantes.
Desde
su fundación —el diez de abril de mil setecientos doce, bajo el nombre de “San
Felipe de Linares”, hasta quedar, simplemente como Linares—, hasta
la actualidad, bien puede presumir de esa gran historia; lo que hace, que esta
localidad, represente una gran importancia dentro del Estado de Nuevo León.
Como
la gran parte de la zona norte de México, la temperatura del lugar es
extremosa, cosa que hay que contemplar para visitar este atrayente sitio, que
bien vale la pena hacerlo en cualquier parte del año. Aunque yo recomendaría
durante las festividades de la “Feria de Villaseca”, a mediados del mes
de julio y los primeros días de agosto, con una exposición comercial,
industrial y artesanal; múltiples desfiles, cabalgatas, charreadas y
escaramuzas; así como también, carreras de caballos y eventos populares; juegos
mecánicos y antojitos por doquier.
Es
una tradición en los pueblos fundados por los colonizadores, tener por
distintivo, contar con un Centro Histórico con edificaciones muy elaboradas;
con esa arquitectura muy característica, que nos hace remontar en el tiempo, a
esos incipientes años en que todo comenzó. Apreciar la Plaza de Armas, el
Palacio Municipal, el Museo, el Antiguo Casino, así como la Catedral de San
Felipe Apóstol y la Capilla del Señor de la Misericordia; son ejemplos de lo
que les digo.
Ya
fuera de la cabecera municipal, se puede visitar la Presa “Cerro Prieto”,
en las inmediaciones del poblado denominado “Hacienda de Guadalupe”, a
unos nueve o diez kilómetros, aproximadamente. Otra opción, es ir al “Nogalar”,
espacio recreativo que cuenta con áreas verdes con palapas y asadores, un
parque acuático con alberca y chapoteadero, toboganes y alberca de olas; además
de contar con el Museo Geológico de Linares y canchas deportivas.
No
podemos dejar de lado a la gastronomía, que aunque tiene gran similitud con el
resto de la zona, no deja de tener su sello particular. Carne asada, carne
seca, machacado con huevo, cabrito al pastor, tortas compuestas y los tacos
agachados.
Si
por algo es reconocido Linares, no sólo es por estar en la zona productora de
cítricos, sino por sus famosas “glorias”, dulce de leche quemada que no
sólo goza de prestigio en la región noreste, sino en todo México e incluso, en
algunas partes de la frontera sur de los Estados Unidos. Podemos incluir en
este tema, a las marquetas, natillas, besos de indio y encanelados.
Otra
cosa muy importante, también considerado un emblema de este municipio, es sin
duda alguna, la música de los “tamborileros”. Interpretación a base de
tambora y clarinete, lo que ha llegado a convertirse en parte cultural de
Linares, con su música de jarabes norteños, muy propio del lugar.
Viajar
al noreste, es otra cosa totalmente diferente; por lo que los invitamos a hacerlo.
“El
conocimiento habla
y la sabiduría
escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).