domingo, 16 de agosto de 2020

CETRERÍA: "Si antiguamente, hace más de seis milenios, el hombre recurría al robo del alimento de las aves para satisfacer el suyo, aprendió a desarrollar la unión con ellas para formar, juntos, un equipo fiel y trabajador para conseguir el sustento".

Fuente de la imagen: Pixabay.

LA CETRERÍA: ARTE CINEGÉTICO 

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o es posible asegurar con exactitud qué civilización fue la iniciadora del arte de la caza con aves de presa. Casi unánimemente, se da por sentado que tuvo su origen en Asia, para después extenderse a sus alrededores y fuera de sus fronteras. Se cree que China podría haber sido la pionera en esta técnica, o que incluso los egipcios llegaron a practicarla en la antigüedad, pero certeza no hay. 

Juan de Sahagún era halconero de Juan II de Castilla, en cuya obra titulada “Libro de las aves que cazan” recoge un dato histórico, en el que se asegura, que Mesopotamia habría sido la cuna de tan antigua práctica. Al respecto, Hans J. Epstein se muestra escéptico ante tal afirmación validada por varios estudiosos del tema. En lo que a la cultura grecorromana se refiere, casi es unánime el considerar que la cetrería le fue desconocida. 

No obstante, esto es objeto de debate a causa de los registros que sobreviven de Aristóteles, en cuya obra “Investigaciones sobre los animales” hace mención del empleo de aves como medio de apoyo para la cacería. Lo que haría suponer que, si bien es cierto que la cetrería no fue desarrollada de la mejor forma, al menos no les fue ajena. 

Por otro lado, se cree que los pueblos germánicos debieron ser quienes introdujeron la cetrería a Occidente, dándola a conocer a los romanos. Ya en la Ley Sálica estaba contemplado un código de conducta que velaba por la protección de los cazadores, imponiendo multas a quienes osaran robarles sus aves de presa. 

Siglos más tarde, ya desarrollada y asentada más ampliamente la cetrería en Europa, la Iglesia terminaría por prohibir —bajo pena de excomunión— la posesión de este tipo de aves a los clérigos. Puede afirmarse, sin temor a errores, que la Edad Media es el período en el que esta disciplina tuvo su mayor auge y esplendor. La afición por esta práctica ya había alcanzado a la aristocracia; siendo los nobles retratados, en el arte de la época, con sus aves. Se decía, que ella era la forjadora de los futuros caballeros. 

La cetrería puede ser definida como el arte cinegético consistente en el cuidado y entrenamiento de aves rapaces. Aunque es conocido en todo el mundo, el número de sus practicantes es reducido, debido a las exigencias y a la disciplina que esta técnica conlleva. Esta práctica está catalogada como una de las más nobles que existen, pues en ella no sólo imperan el compromiso, la habilidad y la dedicación, sino la armonía del ser humano con la Naturaleza. 

Si antiguamente, hace más de seis milenios, el hombre recurría al robo del alimento de las aves para satisfacer el suyo, aprendió a desarrollar la unión con ellas para formar, juntos, un equipo fiel y trabajador para conseguir el sustento. 

Aunque la cetrería se vio mermada tras la aparición de las armas de fuego, eso no ha impedido que continúe vigente, al grado de estar considerada por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. 

 

“El conocimiento habla
y la sabiduría escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).