PAPAS FRITAS: BOTANA LISTA PARA SERVIR
A
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l escuchar a alguien decir que,
tiene antojo de comer “papas fritas”, inmediatamente, nuestra reacción
es de un contagio enorme por saborear esos deliciosos bastoncillos salados o en
hojuelas, con algún otro tipo de condimento. El consumirlas, ha sido un deleite
a través del tiempo, y no hay país en el mundo que no las conozca, por la
exquisitez y felicidad que conlleva el disfrutarlas.
Al
igual, que otros productos de consumo alimenticio, se les encuentran hoy en día,
empaquetadas y disponibles en cualquier tipo de establecimiento de autoservicio.
Como muchos productos, se iniciaron de manera común, es decir, en un hogar o en
algún sitio que ofreciera venta de comida al público.
Las
papas fritas se han convertido en un negocio exitosamente rentable. Me atrevo a
decir, que existe un reducido porcentaje de personas que no gustan de
consumirlas, en comparación con los millones que están impacientes por
conseguir una bolsita o una porción, como complemento para acompañar sus
alimentos.
No
existe un origen como tal, de las papas fritas, en lo que respecta a su
invención y preparación. La versión que más se ha dado a conocer mundialmente, es
la que inició en Bélgica, considerada parte de su comida típica. Se relata que,
tropas estadounidenses, durante la Primera Guerra Mundial, al encontrarse en
territorio belga, deseaban comer algo en la que la preparación fuera rápida y
de buen sabor; por lo que les ofrecieron la versión local, siendo del agrado de
los solicitantes. Bien se sabe, que, en Bélgica, además de tener como idiomas
oficiales al neerlandés y el alemán, también lo es el francés, dependiendo la
región. Da la casualidad, que en el establecimiento donde cocinaron para los
estadounidenses, se hablaba francés, y por consecuencia, es que a uno de ellos se
le ocurrió llamarlas “Papas a la Francesa”.
Hay
muchas formas y maneras de disfrutar de este manjar salado y de alto nivel de
almidón. En Inglaterra acostumbran deleitarse comiendo pescado y papas fritas (Fish
& Chips); en los Estados Unidos de Norteamérica, Canadá y México, las
consumimos principalmente, en las cadenas de comida rápida. Esto es, únicamente,
mencionando la zona norte del Continente Americano; ya que, gracias a la
globalización, los establecimientos dedicados a la venta de productos,
relacionados con las papas fritas, se han esparcido mundialmente.
Por
otra parte, se encuentra la venta de papas fritas en envoltorios; listas para
conseguirlas en cualquier tipo de establecimiento. Son muy prácticas para
cualquier evento que se tenga de improviso, ya que sirven como botana. En los
supermercados las encuentras, de igual manera, en bolsas de diferentes tamaños,
así como con diferentes condimentos. En la zona de congelados, podrás encontrar
papas cortadas en bastones, listas para que puedas freírlas en casa, y así,
sorprender a la familia en el momento de ingerir los alimentos.
Si
eres un poco más exigente para disfrutar de la papa frita, hay restaurantes que
ofrecen, una o varias formas de prepararlas; un buen ejemplo puede ser la papa hash
brown. En fin, depende de cada gusto, o si se prefiere, puedes hacerlas en
casa de la forma tradicional.
En
México, desde la etapa infantil, crecimos con una frase de cierta marca que se
dedica a la comercialización de papas fritas. Debo ser honesto, al decir, que
no se equivocaron: una vez que probamos una... jamás será suficiente.
“El
conocimiento habla
y
la sabiduría escucha”
(Jimi
Hendrix, 1942-1970).