ZIMAPÁN: MAGIA A LA ENTRADA DE LA SIERRA GORDA
HIDALGUENSE
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idalgo, siempre tiene algo que te
sorprende. En cualquiera de sus regiones geográficas, ya sea en la Huasteca, en
el Valle del Mezquital, en la Comarca Minera, por mencionar algunas,
invariablemente, habrá algo que te dejará con ganas de seguir conociendo cada
rincón de este bello e increíble Estado de la República Mexicana.
Ahora,
toca el turno de la Sierra Gorda hidalguense, quien es bien representada por un
sitio, que apenas en el año dos mil dieciocho, ingresara al programa de Pueblos
Mágicos. Nos referimos a Zimapán, ubicada en los límites con el Estado de
Querétaro.
Pueblo
minero por excelencia, el cual ha contado a lo largo de su historia con la
explotación de un gran número de minas, de donde de sus yacimientos se
obtuvieron oro, plata, cobre, mercurio, vanadio, galeana, blenda, calcosita,
pirita, tetraedita, zinkenita, cerucita, argentita y otros minerales más. En la
actualidad, en Zimapán continúa la actividad minera; se sigue obteniendo plata,
galeana y blenda.
Paisaje
semidesértico, con una vegetación acorde a sus características, es lo que se
puede vislumbrar en este sitio. Pero esto no lo hace menos atractivo; al
contrario, inmediatamente salen a relucir sus calles empedradas y sus hermosas
casas antiguas, testigos del paso del tiempo que la han forjado y le han dado
personalidad. También, contrastan los bosques de pinos y nogales que se pueden
encontrar y apreciar.
Cuenta
con varios atractivos turísticos, que hacen de Zimapán, un lugar especial para
conocer y disfrutar. Con el distintivo de ser el municipio más grande del
Estado de Hidalgo, esta tierra que estuvo habitada por otomíes, tiene en su
haber, manantiales, aguas termales, edificaciones antiguas y una presa, de lo
que ya iremos hablando.
Se
puede respirar el ambiente colonial que impera en el lugar, donde la fusión del
pasado y el presente, conviven, sin perder ese espíritu provinciano y a la vez
campirano, con lo que muchos nos sentimos identificados y que tanto respetamos
por su valor histórico y tradicional.
Dentro
de los puntos turísticos de interés, podemos enumerar el Parque del Sabino, en el
cual, el protagonista es un ahuehuete de aproximadamente de más de quinientos
años de edad y, con unas dimensiones, que lo hacen el segundo árbol más grande
de México, con casi cinco metros de diámetro en el tronco, altura de
veinticinco metros y un diámetro de copa de treinta y tres metros.
Dentro
del municipio, podrás visitar el Templo y Parroquia de San Juan Bautista y el Exconvento
franciscano Misión Tolimán, a orillas del arroyo Chepinque.
Pero,
si lo que buscas son atractivos naturales, basta con elegir lo que desees. Por
ejemplo, el Cerro del Cangandhó, con una altura que ronda los dos mil
ochocientos metros y que cerca de su cúspide se encuentra “la Piedra Imán”,
un gran afloramiento de magnetita de veinticuatro metros de largo, doce de
ancho y cinco metros de profundidad, a la cual se le atribuye un sentido
mítico.
El
Cañón y Presa del Infiernillo es otro punto importante, la cual tiene una
cortina de doscientos metros de altura y forma parte de una de las
hidroeléctricas más importantes del país. Este sitio es atractivo para la pesca
deportiva, paseos en embarcaciones ligeras y recorridos por la presa.
En
el municipio, existen antiguos pueblos en donde se puede observar el pasado
minero que reinaba, en los cuales, las ruinas dan testimonio de lo acontecido a
inicios del siglo pasado.
Para
los amantes del ecoturismo, no hay nada mejor que el Parque Nacional de los
Mármoles, donde los caminitos entre la zona boscosa, hacen que sea un sitio
ideal para el senderismo, campismo y ciclismo de montaña; además de hallarse
zonas abruptas con barrancas impresionantes.
Existen
muchas cosas más, por explorar, en un lugar que te invita a la aventura. Eso
sí, la condición física es muy importante para lograrlo, por lo que debes de
adaptarte a las condiciones de cada actividad.
Hablar
de la gastronomía, es sin duda, hablar de la barbacoa como algo muy
característico del Estado, sin olvidar las enchiladas, chalupas, cecina,
chicharrón, la salsa molcajeteada de chile rayado, pan casero, pastes, tamales
dulces, vinos de fruta y el emblemático pulque.
Ya
lo sabes, Zimapán es una buena alternativa. No lo olvides.
“El
conocimiento habla
y
la sabiduría escucha”
(Jimi
Hendrix, 1942-1970).