jueves, 6 de febrero de 2020

INCITATO: "Era su nombre. Caballo de carreras y favorito del Emperador romano. Nombrarlo Cónsul se consideró una burla hacia los políticos de la época, al pensar sobre la incompetencia de sus acciones y por no cumplir con el perfil para ejercer un cargo público".


INCITATO: EXCENTRICIDAD IMPERIAL

D
entro de la cultura romana, existe un personaje, al cual, se le ha dado cierta fama; al menos, no tanto a él de forma directa (ya que se trataba de un equino), sino a su dueño. Incitato, era su nombre. Caballo de carreras y favorito de Calígula, Emperador romano, que, en los años iniciales del principio de nuestra era, gobernaba el Imperio.

Considerado, como una extravagancia, el afecto por parte del Emperador hacia su caballo. Ya que, era considerado, como una persona cruel; por lo que el trato hacia el animal resultaba increíble.

A pesar de la cantidad de excentricidades, por las que Calígula era conocido, ésta superaba por mucho a algunas otras. Incitato llegó a ser más que un simple corcel; gozaba de los privilegios de los que su amo le dotaba, tales como: tener una cantidad de sirvientes para su cuidado “personal”, tener una caballeriza de mármol con tintes de palacio, gozar de joyas y vestiduras finas, así como de una alimentación exclusiva. Dignas para él, según el Emperador.

Lo más sorprendente de todo, es el nombramiento, que, Calígula, quiso dar a su caballo. Tal vez, no sea del todo cierto y se trate de una desacreditación hacia al Emperador, debido a las “locuras” de las cuales se le atribuían.

Nombrarlo Cónsul. Algo totalmente fuera de toda realidad, por lo que, se consideró, una burla hacia los políticos de la época, quienes ostentaban dicho nombramiento; por considerarlos malos elementos, haciéndoles sentir, que un caballo podía hacer mejor labor que ellos.

Hablar de política, quedaría fuera de todo contexto. Pero por una razón, es que ­—de haber sido veraz la historia, el Emperador hubiera meditado la posibilidad de llevar a cabo esa idea; que, a fin de cuentas, representaba el sentir y el pensar hacia los organismos públicos de su época, por considerar que un animal podría tener un juicio y tomar decisiones más acertadas, que los humanos en cuestión.

¿Hasta dónde fue cierto este proceder de Calígula? Esto ha dado una cantidad de publicaciones al respecto. Unas, desacreditando la salud mental del Emperador; y otras, tomándolo como una burla y sarcasmo hacia sus semejantes; al pensar sobre la incompetencia de sus acciones y no cumplir con el perfil ideal para ejercer un cargo público. ¿Coincidencia con lo que sucede en la actualidad? Pregunta que queda en el aire para el análisis personal de cada uno.

Lo cierto es, que Incitato, tuvo una vida que todos los caballos de la historia envidiarían: lujos, comida selecta, trato especial y aspiraciones políticas. Algo atípico, pero que bien, es digno de contarse por ser parte del legado cultural de la humanidad.

¿Increíble? Sí. ¿Verdad o mentira? Cada uno definirá la respuesta conveniente.


“El conocimiento habla
y la sabiduría escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).