PAPALOTE: EL SURCADOR DEL CIELO
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in duda alguna, uno de los pasatiempos
de la niñez antigua era volar un barrilete, chiringa, cometa, etc., o como le
llamamos en México: “Papalote”. El
significado del nombre que se le dio en nuestro país, hace referencia a la “mariposa” (“papalotl”), nombre asignado por los indígenas al artefacto traído
por los españoles.
Lo
que ha sido considerado como un artículo de diversión o juguete por muchos
años, en realidad no lo era en la antigüedad. Los propósitos de los papalotes
iban más allá de simple diversión. Podría decirse que eran un tipo de balizaje
para establecer puntos de referencia a campo abierto.
El
origen es atribuido a los chinos, que en su afán de señalizar zonas y poder
identificar rutas para la milicia, se dieron a la tarea de idear un artilugio
que les fuera capaz de ayudar, con materiales simples y con la ayuda del
viento. Se dice que esto data entre el año 400 y 500 a. C., aproximadamente.
El
uso de las cometas puede tener un significado muy especial para cada país.
Desde ser usadas en ceremonias luctuosas en naciones asiáticas, como China y
Japón. Para el resto del mundo son un sinónimo de diversión, ya que su uso se
establece para pasar el tiempo, disfrutando de un día con viento.
Los
materiales con los que están fabricados son tan variados, que se pueden
encontrar los que simplemente se arman de forma rápida y que se pueden hallar
en jugueterías. Pero los que más se aprecian, son los elaborados artesanalmente
con caña de carrizo o bambú, atado con hilo y con papeles de distintos colores,
los cuales llegan a ser unas obras de arte.
Se
dice que en la antigua China, fueron empleados con fines meramente bélicos. Se
colocaba pólvora en ellos con un pedazo de madera encendido, para así hacerlos
estallar sobre sus enemigos. Con el paso del tiempo su uso pasó a ser más como
juguete.
Como
datos adicionales, los papalotes o cometas, han sido inspiradores para
diferentes genios de la historia. Algunos de los casos más conocidos por todos
nosotros, son los de Leonardo Da Vinci, en su faceta inicial de diseñador de
máquinas voladoras; y el de Benjamín Franklin en el estudio de la electricidad
de los rayos, así como para la observación de fenómenos meteorológicos en la
atmósfera, por parte de William A. Eddy y Lawrence Hargrave.
Resumiendo,
se puede decir que en sus múltiples facetas a través de la historia, los
papalotes han aportado una identidad a cada pueblo, uniéndose a las tradiciones
y folclor que son representadas en cada zona geográfica del orbe.
“El
conocimiento habla
y
la sabiduría escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).