REMEDIOS CASEROS: CONFIANZA Y
SOLUCIÓN
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entro de lo
considerado como “medicina
tradicional” en los diferentes países del mundo —ya sea por historia o
tradición—, algo que siempre encontraremos será una “solución práctica” para los malestares menores que nos aquejan;
bien, por tratarse de un resfriado o un dolor de cabeza.
Podemos asegurar que todos nosotros hemos sido atendidos,
alguna vez, por un familiar que nos “recetó”
un remedio, para aliviar cierta dolencia o molestia en nuestra salud. Dependiendo
del tipo de padecimiento, esta práctica tradicional varía en los ingredientes,
según la zona geográfica.
Desde que nacemos un mar de remedios nos son
aplicados. Muchos de ellos, recetas celosamente cuidadas por los miembros de
mayor edad en la familia. Por los cuales, todos a esa edad hemos recibido
alguno, confiando al cien por ciento en su veracidad y funcionamiento.
La cantidad de remedios es muy extensa, incluyendo
los llamados “místicos” (limpias de
energías negativas). Es de mencionarse, que no siempre surten efecto, puesto
que son tan sólo una posible solución para intentar curar el malestar o
enfermedad; por lo que su efectividad no está garantizada.
Este tipo de práctica es reprobada por la mayoría
de los especialistas de la salud, por la falta de sustento científico que
respalde la eficacia de los resultados pregonados. Pero no todo es negativo,
pues debe reconocerse, que muchos brebajes son elaborados con ingredientes que pueden
ser encontrados en fármacos de patente, con las mismas propiedades curativas;
denominándola: “medicina alternativa”.
Dolor estomacal, cuerpo cortado, dolor de
garganta, reumas, inflamaciones, aftas, dolor de muelas, etcétera; pueden ser
algunos de los muchos ejemplos, en donde los remedios comunes, pueden hacer su
aparición para contrarrestar las dolencias.
Muchas de las veces, la efectividad está sujeta a
la confianza y a la fe depositada en el menjurje y en el terapeuta en cuestión.
Concentrándonos, a tal grado, que nos vemos predispuestos mentalmente,
condicionando a nuestro cerebro; sintiendo una mejoría casi instantánea.
Es común escuchar un sinfín de sugerencias por
parte de nuestros allegados; asegurando, tener una solución para cualquier
problema de salud. Siendo realistas, no todos los remedios son la solución
adecuada; tratándose únicamente, de un posible tratamiento hacia un
padecimiento que no ponga en peligro nuestra vida.
Debemos estar conscientes que nuestra salud y
nuestro bienestar no deben de tomarse a la ligera. Lamentablemente, un gran
número de gente con falta de recursos económicos, se ven orillados a recurrir a
esta modalidad de “automedicación”,
prescindiendo de la debida atención médica.
Por estas razones, es que los remedios caseros
siguen vigentes en un alto porcentaje, mostrando resultados positivos.
“El conocimiento habla
y la sabiduría escucha”
(Jimi
Hendrix, 1942-1970).