ESCRITURA CHINA: UNA COMPLEJA LITERATURA
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l chino es la lengua con más hablantes en el mundo, siendo conservado, entre sus habitantes, el mandarín, de índole pictográfico, con una antigüedad que se remonta a varios siglos en el pasado, transcurriendo por la época de las dinastías imperiales. Cabe destacar que, su singular escritura, le ha forjado una identidad ante el mundo, al ser digno de admiración el arte caligráfico de cada uno de sus símbolos.
Con la llegada de los tiempos modernos, no obstante, el pueblo chino se ha visto en la necesidad de introducir vocablos y letras occidentales, al verse impedido de representar la nomenclatura científica en su escritura natal. Debe señalarse que el manejo de ésta, en términos generales, es muy exigente; puesto que el escritor deberá contar con la habilidad de expresar una idea con el mínimo de símbolos posible.
La naturaleza del chino mandarín era esencialmente de índole sonora, sirviendo de base para la estructura y desarrollo de las futuras normas gramaticales. Antes de esto, los vestigios más antiguos demuestran su empleo para fines mágicos y sobrenaturales, siendo tallados por los magos para profetizar los acontecimientos futuros.
Los denominados “huesos oraculares” son piezas arqueológicas que guardan datos históricos invaluables. Fueron fabricados a base de huesos de animales y plastrones de tortugas, ayudando a los investigadores con enigmas históricos, como lo fue en su momento, la incertidumbre en torno a la existencia de la Dinastía Shang, misma que fue comprobada gracias a lo inscrito en estos antiguos artefactos.
Una aseveración recurrente, es aquella que hace referencia a la complejidad de la escritura china. Y es que, incluso, dentro de su propia historia, se ha visto la diferenciación literaria a través de los siglos. Por un lado, se encuentran las obras clásicas, caracterizadas por su gran antigüedad, y que sirvieron de apoyo a Confucio para el desarrollo de su filosofía, inspirándose de su contenido ético.
Las obras históricas, como su nombre lo indica, son compilaciones biográficas de personajes importantes de la sociedad. Los emperadores solían encargar narraciones históricas relativas a la Casa Real en el poder. Asimismo, los libros históricos también incluyen títulos sobre viajes y poesía.
En lo que a esta última se refiere, la Dinastía Tang está considerada como la época de máximo esplendor del arte y la cultura china. Ejemplos de algunos de aquellos importantes autores son: Li Bai, Du Fu, Zhang Jiuling y Wang Wei, cuyo talento y legado es invaluable.
Las novelas no fueron indiferentes para la China Antigua. A pesar de su complejidad y de lo extenso del contenido, fueron recibidas con entusiasmo en su época. Sólo pocas personas contaban con la fortuna de leer y escribir, motivo por el cual, las historias y relatos eran dados a conocer por unos cuantos narradores.
Cuatro son las novelas chinas pertenecientes a la literatura clásica: “Romance de los tres reinos”, “A la orilla del agua”, “Viaje al Oeste” y “Sueño en el pabellón rojo”.