miércoles, 4 de marzo de 2020

EFECTO REY MIDAS: "Hay que tener en cuenta no caer en la avaricia, pues ésta le jugó una mala pasada a Midas. Por su codicia, le era imposible comer, puesto que al tomar los alimentos, estos se convertían en oro. La moraleja es que, de acuerdo a la actitud y a la aptitud, los beneficios se darán, pero sin caer en la ambición".



EL EFECTO REY MIDAS: SINÓNIMO DE ÉXITO

E
n muchas ocasiones, dadas las circunstancias de la vida, en donde la necesidad de obtener recursos económicos es primordial; seguramente nos ha cruzado por la mente la idea de tener, tan sólo un poco, el don del Rey Midas, quien podía transformar en oro todo aquello que tocara con sus manos.

Considerando como ejemplo la metáfora de convertir las cosas en oro, en la actualidad existen personas que, al igual que el Rey Midas, tienen la gracia de convertir ciertas situaciones complicadas en todo lo contrario, obteniendo resultados casi inmediatos, por la preparación, conocimientos y audacia con las que pueden contar.

Son pocas las personas que tienen el talento de sacar el máximo provecho a las cosas, tomando en cuenta los procesos por los que anteriormente, se hayan obtenido resultados negativos. Para muchos, el factor “suerte” juega a favor del que arriesga para ganar.

Siendo objetivos, no sólo arriesgarse nos lleva a lograr el éxito en lo que se quiera emprender; todo va acompañado de una serie de factores que, a su vez, se compaginan y entrelazan entre sí, para dar y lograr una solidez para hacer frente a la problemática en cuestión; tal vez, con un poco de ayuda externa, que sólo las buenas relaciones públicas pueden otorgar.

Muchas veces quisiéramos vernos reflejados en los grandes empresarios, ya sean locales o internacionales, tomando en cuenta la fama y el prestigio que han logrado con el paso del tiempo. Sin duda, todo un sueño poder emularlos. Lo más lógico es que no tengamos idea de cómo lograron escalar hasta la cima y posicionarse dentro del grupo selecto en el que se encuentran.

Aquí, es donde hay que analizar la situación. Posiblemente, en décadas pasadas era más fácil tratar de posicionarse dentro de un buen campo en el cual nos gustaría destacar, al haber menos competencia como la que hoy en día prevalece. La realidad es que, en nuestro presente, una de las virtudes para ser como el “Rey Midas”, no es transformar las cosas en oro, sino transformar las cosas en productividad y trabajo; lo que a futuro llevará a obtener los resultados deseados.

Desde luego, y es de todos sabido, que quisiéramos obtener las cosas de forma fácil, rápida y sencilla; lo que sabemos que no sucederá. Posiblemente, alguien compre un billete de la lotería y gane el “premio gordo”, logrando resolver las necesidades económicas suyas y de su familia. Pero también es de saber, que estos casos suelen ser muy aislados y muy poco probable de ver.

A diferencia de Midas —a quien le fuera otorgado el poder de convertir los objetos en oro, por parte del dios griego Dionisio, en recompensa por brindar hospitalidad a su padre adoptivo, el dios Sileno—; en nuestro caso, el único poder que nos puede otorgar el éxito es el conocimiento.

Estar bien preparados ayuda a conseguir las metas de forma más “rápida”, dependiendo de distintas circunstancias, pero que, con la perseverancia y tenacidad se podrá lograr a su debido tiempo; lo cual es una ventaja sobre otros competidores que buscan el mismo objetivo.

Pero hay que tener en cuenta no caer en la avaricia, ya que ésta le jugó una mala pasada a Midas. Debido a su codicia, le era imposible comer, puesto que, al tomar los alimentos, estos se “convertían” en oro al instante. La moraleja en este caso, es que de acuerdo a la actitud y a la aptitud, los beneficios se darán, pero sin caer en la ambición.


“El conocimiento habla
y la sabiduría escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).