domingo, 29 de marzo de 2020

IMPRENTA: "Este invento atribuido a Johannes Gutenberg en 1450, revolucionó la, hasta entonces, producción de libros escritos a mano, bajo la encomienda a los mejores copistas y amanuenses, por la alta demanda de libros para estudiantes y nobles de la época".



IMPRENTA: LA REVOLUCIÓN GRÁFICA

A
lo largo de la historia de la humanidad, la expresión por medio de la escritura, dibujos y gráficos, han sido fundamentales en el crecimiento de todas las culturas, principalmente, las que han sido de mayores aportes a los distintos campos de la ciencia y de la investigación.

Uno de los grandes inventos de la historia ha sido la Imprenta. Este invento atribuido a Johannes Gutenberg en 1450, revolucionó la, hasta entonces, producción de libros escritos a mano, bajo la encomienda a los mejores copistas y amanuenses, por la alta demanda de libros para estudiantes y nobles de la época.

Fue cuando Gutenberg apareció en escena con su invento de “tipos móviles”, dando un giro a lo conocido hasta ese entonces, en donde el copiado de un libro “a mano”, podría durar un lapso de algunos años; por lo que la intención de su invento era ahorrar costos y optimizar el tiempo de producción.

Básicamente, el invento consistía en una prensa para fabricar vino, en donde se anexó una mesa donde se colocaba el papel y los moldes con los tipos móviles de plomo; ordenados de tal forma, que lo que se quisiera imprimir tuviera el acomodo correcto para su posterior lectura de forma adecuada. Una vez todo acomodado, se entintaba la tipografía y se hacía presión, para así dejar impreso el contenido en el papel.

La historia cuenta que la Biblia fue el libro con el que Gutenberg pasó a la inmortalidad, al ofrecerse a realizar una cantidad de copias, en menos tiempo del que les llevaría a varios escribientes lograr el objetivo; que, en este caso, serían los mejores monjes en el arte de la escritura.

Gutenberg solicitó un crédito a Johann Fust, un acaudalado personaje de Maguncia, quien financió los inicios del proyecto de la elaboración de la primera obra en “masa” de impresión. Dos años después, en 1452, le solicitó un nuevo préstamo a Fust, el cual le fue negado; viéndose obligado a asociarse con el prestamista con la condición de que, el sobrino de éste, Peter Schöffer, trabajara con Gutenberg y, a la vez, cuidara de la inversión.

De esa forma el trabajo continuó y el objetivo estaba cerca de cumplirse, cuando los recursos para la terminación de las Biblias se agotaron de nueva cuenta, a lo que recurrió a un tercer crédito, lo que en consiguiente no ocurrió. De ahí que Fust, dio por terminado el convenio con Gutenberg, embargándole el negocio y dejando como encargado a su sobrino, quien aprendió el oficio y se deshicieron del inventor.

Las Biblias fueron terminadas y vendidas por los nuevos dueños de la Imprenta. De ahí surgieron nuevos encargos y se abrió una gran brecha entre lo convencional y lo ahora moderno. Todo gracias al ingenio de Johannes Gutenberg, que al final se quedó sin nada, sólo con el reconocimiento más tarde de su invención.

En la actualidad existen varios tipos de imprenta, en las que destacan: la Off-set (a base de planchas tipográficas con cuatro tintas diferentes, con un proceso similar a la imprenta tradicional antigua); la Digital (la que se puede lograr con equipos de cómputo e impresoras láser e inyección de tinta); y la Rotativa (a base de rodillos móviles, ideal para la impresión de periódicos).

Cual sea el método de impresión, la imprenta vino a solucionar y a brindar un gran aporte a todos los campos de la enseñanza y el saber.


“El conocimiento habla
Y la sabiduría escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).