LA PANGENESIA:
LA TEORÍA BIOLÓGICA DE LA ANTIGÜEDAD
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esde siempre, ha sido más que evidente
que los hijos guardan semejanza física con sus padres. Y aunque los rasgos y
características externas eran motivo de evidencia de la existencia de ley
biológica alguna, la Genética no tendría reconocimiento y valor oficial para la
comunidad científica hasta el siglo XIX.
Ya
desde los años de la Antigua Grecia, en un intento por brindar una explicación
a este hecho, Aristóteles desarrolló una teoría hoy conocida como “Pangenesia”.
Este planteamiento suponía que el semen del hombre debía de formarse en las
distintas regiones del organismo, a fin de fluir en conjunto hacia los genitales
masculinos durante el acto sexual. De este modo, cada porción de semen formado
en las distintas partes del cuerpo, debía ser portador de una información
correspondiente a esa zona corporal, para así transmitirla a los hijos.
Se
creía que, inicialmente, dicho líquido reunido en el acto sexual tendría la
capacidad de “formar” al varón en su totalidad. Sin embargo, dado que
era recibido por la mujer para ser fecundada, debía perder una considerable
porción de su originalidad; adquiriendo, también, características de la futura
madre durante el proceso de concepción y desarrollo del embrión. Esto, al
final, tendría como resultado que los hijos conservarían rasgos de ambos padres.
Ahora
bien, quedaba la interrogante en torno a qué era lo que terminaba por definir
que uno de los hijos tuviera mayor similitud con su padre con respecto a sus
demás hermanos. La Pangenesia postulaba, entonces, que la cantidad de semen recibida
por la mujer era lo determinante. Así pues, a mayor cantidad de dicho líquido cedido
a la madre, mayor parecido físico del hijo.
Esta
teoría daba razonamiento a los acontecimientos biológicos hereditarios sin
posibilidad de comprobación científica, extendiéndose a lo que ocurría también en
el reino animal. Sin embargo, cabe resaltar que, pese a tratarse de un concepto
aristotélico, se le suele adjudicar a Demócrito el origen de la Pangenesia.
No
menos relevante, es el hecho de mencionar lo importante que fuera para muchos
pensadores esta teoría a través de los siglos. Así, veríamos cómo la idea acerca
de sustancias y partículas que migran de un lugar a otro dentro del organismo,
pronto se aceptaría para brindar explicación a otras interrogantes. De lo
anterior, encontramos la “Teoría de los Cuatro Humores”, según la
cual, el cuerpo se encontraría constituido por cuatro sustancias: bilis
negra, bilis, flemas y sangre; mismas que, dependiendo del nivel de
equilibrio definirían no solamente el estado de salud del individuo, sino
también su personalidad.
Fragmentos
de esta concepción prevalecerían durante largo tiempo hasta recién entrado el siglo
XIX, al grado de explicar los motivos que han dado nacimiento —a lo largo de la
Historia—, a las diferentes Formas de Estado, Formas de Gobierno y Sistemas
Religiosos de cada región del mundo. Ya que el ánimo y la personalidad de cada
país —apoyado a la vez por el entorno natural—, habrían de haber influido en el
carácter de cada uno de los pueblos y en la posterior creación de las diversas
instituciones estatales.
“El
conocimiento habla
Y
la sabiduría escucha”
(Jimi
Hendrix, 1942-1970).