Fuente: internet |
HISTORIA DE
SANITARIOS: LEYENDAS JAPONESAS
L
|
os baños son los cuartos fundamentales
en, prácticamente, cualquier edificio moderno. Y aunque hoy nos resulten
ordinarios, sin duda fueron una revolución en su momento; una que, la gente del
pasado lejano hubiera agradecido que en sus tiempos hubiese existido. Necesarios,
claro está, para el aseo personal del diario y de amplia utilidad.
Sin
embargo, aunque en el mundo occidental un cuarto de sanitario no ponga mayor
relevancia, en Japón ha sido objeto de leyendas, mitos y supersticiones; al
grado de servir de inspiración a los argumentos de tramas cinematográficas,
principalmente, entre otras historias de terror.
Así,
encontramos historias, en las cuales, la entrada a estos cuartos es capaz de
transportar al protagonista hacia mundos alternos, o incluso desconocidos. Otras
más, en donde el hecho de llamar a la puerta que da acceso a uno de los
inodoros —cuando ésta se encuentra cerrada—, puede ser motivo de infortunio
para el insistente, debido a la presencia del espíritu de una adolescente de
nombre Hanako, de quien se cree, desapareció misteriosamente en
un sitio de estos.
En
otras narraciones, se ha hecho mención, que en ocasiones, el ocupante es capaz
de escuchar los gritos aterradores de una persona del sexo femenino, a la cual,
se le asocia con el espíritu de una joven que, durante su vida escolar, fue víctima
de constantes ataques y acosos por parte de sus compañeros de clase y que hoy
busca venganza por lo sufrido.
Para
entender parte del origen de esto, es necesario que retrocedamos un poco en la
historia de la higiene personal del pueblo japonés. En un principio, el inodoro
no existía como tal. Ha sufrido cambios y adecuaciones a través de los años.
Es
por ello, por lo que se cuenta, que —en el pasado—, los servicios sanitarios en
las tierras niponas constaban de un orificio a nivel de piso, conectado
directamente con la tubería de drenaje, obligando al usuario a estar
prácticamente en cuclillas para poder utilizarlo. No tardaría mucho para que se
presentaran accidentes, en los cuales, serían los niños los que se verían
involucrados de forma más común.
Esto
dio lugar a leyendas, en donde el motivo de estos incidentes era causado por
espíritus que se robaban a los niños. Con el tiempo, surgió la leyenda de Aka
Manto o “capa roja”, un ente maligno que se aparece en
los baños públicos para asesinar a quien se dispusiera a utilizarlos, haciendo
una pregunta y, dependiendo la respuesta, elegiría el tipo de muerte; siendo
ésta, la de escoger qué color de papel (entre rojo o azul) es la que la persona
optaría.
Elegir
el rojo implica morir con laceraciones en el cuerpo; elegir el azul implica
morir bajo estrangulamiento. Escoger un color diferente provocaría que la víctima
fuera arrastrada hacia un agujero que conduce al infierno.
Se
dice, que la única forma de salvar la vida es rechazando amablemente el papel,
agradeciendo el “gesto”, argumentando que no se requiere su uso. Con
esto, el espíritu se habrá ido sin lastimar, esperando a su próxima víctima.
“El
conocimiento habla
Y la sabiduría
escucha”
(Jimi Hendrix,
1942-1970).