EL EFECTO
DZHANIBEKOV: EL MISTERIO DEL EJE INTERMEDIO
F
|
ue en el año de 1985, cuando al astronauta
Vladimir Dzhanibekov le fue asignada, de parte de la Unión Soviética, la misión
de recuperar la estación Salyut-7, la cual había perdido completamente
comunicación desde el mes de febrero de ese mismo año.
Sería
durante esta heroica hazaña espacial, en la que el cosmonauta tendría
oportunidad de presenciar un fenómeno sorprendente. Dzhanibekov, en algún
momento del viaje, se dispuso a abrir el contenedor de las provisiones que
fueron enviadas desde la Tierra, cerrado con una tuerca mariposa. Fue entonces,
mientras la desatornillaba, cuando se percató de lo siguiente:
La
tuerca —una vez retirada del tornillo, bajo la influencia de la fuerza aplicada—,
mantuvo su orientación ‘original’ durante un corto intervalo, pero luego,
extrañamente, se volteó 180°. Continuó observando el comportamiento de la
tuerca (con esta nueva orientación) y notó, cómo al poco tiempo, ésta giró de
nueva cuenta sólo para retomar su orientación ‘original’. Pocos momentos
después, el objeto continuó repitiendo el mismo proceso, por su inercia, en
intervalos regulares.
Lo
que era evidente, es que este movimiento no era causado por algún tipo de
fuerza adicional que le hubiera sido ejercida a la tuerca. A pesar de ello, el
objeto continuaba volteándose al repetir el experimento. Al regresar a la
Tierra, el gobierno soviético decidió mantener lo ocurrido en secreto durante un
tiempo.
Este
extraño efecto es más evidente en el espacio, ya que se produce cuando los
objetos asimétricos —que tienden a girar sobre sí mismos—, al encontrarse en un
ambiente ausente de gravedad y de microgravedad, de repente cambian, de forma
abrupta, a un ángulo de 180° del sentido del giro ‘original’, volteándose
sin ningún motivo aparente.
Sin
embargo, debe tomarse en consideración que no existen objetos perfectamente
simétricos, por lo que este fenómeno debe tenerse en cuenta, para así evitar
algún fallo en la navegación espacial. Este fenómeno es conocido por varios
nombres: “Teorema de la raqueta de tenis”, “Teorema del eje
intermedio” o “Efecto Dzhanibekov”.
La
alusión a la raqueta proviene del documento titulado: “Rotación de la
raqueta de tenis”, que fuera publicado en el año de 1991 en el Journal
of Dynamics and Differential Equations. Cabe destacar, que se argumentaba
en la citada publicación, que el fenómeno rotatorio era nuevo. Sin embargo, hoy
se sabe que esto no es así, ya que pertenece a la Mecánica Clásica, la cual, en
este caso, describe el movimiento de un cuerpo rígido con tres momentos de
inercia principales diferentes.
Un
modo práctico de recrear el experimento es utilizando una raqueta de tenis. Desde
luego, la presencia de la gravedad impedirá que el resultado sea asombroso como
el que presenció Dzhanibekov en la nave espacial. Si a una raqueta de tenis la
sostenemos frente a nosotros, para entonces lanzarla al aire, además de rotar
en el sentido que se espera, la Física dará lugar a que, además, el objeto realice
un medio giro alrededor del eje que pasa por el mango. De este modo, el lado
que inicialmente estaba de frente, ahora se encontrará hacia el otro lado al
atraparla.
Al
respecto, los científicos debaten sobre si es posible que nuestro planeta, en
algún momento, sea objeto de este fenómeno, provocándose un cambio de
inclinación en el eje de rotación a causa de la redistribución polar; lo que se
traduciría en un cambio de la posición de la Tierra.
“El
conocimiento habla
y la sabiduría
escucha”
(Jimi Hendrix,
1942-1970).