jueves, 23 de abril de 2020

EL RUIDO: "Cada persona es distinta. Mientras unos están más que acostumbrados a ambientes de escándalo y ruido constante, existen aquellos que, por el contrario, requieren de espacios silenciosos y tranquilos para desempeñar sus diversos quehaceres".


EL RUIDO: UN PROBLEMA EN EL TRABAJO

H
ace ya algunos años atrás, una investigación llevada a cabo por la Sociedad Norteamericana de Diseñadores de Interiores (ASID), arrojó un dato interesante que llamó la atención de diferentes compañías: la mayor parte de los empleados manifestaron su incomodidad frente al ruido, provocándoles no sólo desconcentración, sino además, una seria disminución de su rendimiento laboral.

Desde luego que cada persona es distinta. Mientras unos están más que acostumbrados a ambientes de escándalo y ruido constante, existen aquellos que, por el contrario —como fue el caso del estudio mencionado—, requieren de espacios silenciosos y tranquilos para desempeñar sus diversos quehaceres.

El sonido, como todos aquellos elementos asociados con nuestros cinco sentidos, está sujeto a la relatividad. Encontramos ciertos casos, incluso, de cómo la música supone un gran estimulante para determinadas personas a la hora de trabajar. Otras más, están obligadas a vivir en ambientes ruidosos, ya que de ello depende cumplir con sus funciones; tal es el caso de determinados oficinistas, cuyo trabajo les exige mantenerse en constante comunicación verbal —bien física o telefónica—, con clientes y miembros del propio personal de la empresa.

A raíz de lo anterior, varias empresas han considerado como bueno, optar por reajustes en las condiciones de trabajo, a fin de brindar comodidad a sus empleados y sacar el mejor provecho para beneficio de ambas partes. De allí que, algunas estrategias se centren en la modificación y renovación de la infraestructura del área de trabajo.

Hablando de sistemas para el techo, las losas especiales y los recubrimientos de muros son ideales para absorber el ruido. Los paneles tienen la encomienda de bloquear el sonido indeseado, y su eficacia va de la mano de sus componentes, así como de la altura de estos. Para evitar que su objetivo se vea mermado, es recomendable que no se le adhieran papeles, ya que la absorción puede disminuir.

Por otro lado, el empleo de dispositivos electrónicos destinados a generar un sonido de ambiente y/o de fondo (conocido como “rosa” o “blanco”), son muy utilizados en muchas oficinas para contrarrestar esta problemática; a la vez de propiciar e incrementar la privacidad acústica, la cual es de suma importancia en ambientes públicos para la protección de la información transmitida en las diferentes conversaciones.

Otro detalle que no puede escaparse es el famoso y, a veces molesto, “ruido de pisada”. Esto es un problema común y muy frecuente para una gran mayoría de empleados, los cuales se quejan de los sonidos incómodos que los tacones de zapato producen en el piso superior inmediato. Para contrarrestar esto, muchos lugares de trabajo han optado por recubrir los pisos con alfombras. Sin lugar a duda, esta medida ha sido de gran apoyo, pues además embellece las instalaciones.

Por su parte, cada vez más un mayor número de jefes han decidido redefinir las políticas internas en cuanto al uso y distribución de aparatos generadores de ruidos (teléfonos celulares, radios, computadoras, impresoras, etc.).

Siempre será recomendable, independientemente de lo que las reglas y las normativas impongan, que la disciplina y el orden prevalezcan dentro del área de trabajo; de modo que nuestro día a día sea agradable y sin perjudicar a los demás.



“El conocimiento habla
y la sabiduría escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).