LOS GENIOS: ENIGMÁTICOS
ESPÍRITUS DE MEDIO ORIENTE
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a palabra genio (jinni
o djinn) desciende del vocablo árabe Yinn, cuyo
significado hace referencia a algo que yace oculto, poseído o escondido; y que,
a su vez, cobra el sentido de una entidad incorpórea que entra en contacto con
los seres humanos y que está presente en la naturaleza, asociada con una figura
que es guardiana de algo.
En
Medio Oriente, los genios son espíritus distintos a los ángeles, pudiendo ser
masculinos o femeninos. Si es este último el caso, su designación es Inniyah.
Estos seres invisibles suelen encontrarse vinculados a un elemento o aspecto de
la naturaleza en especial, el cual determinará la designación para identificarles.
De
acuerdo con Edward William Lane, uno de los estudiosos en el área, se trata de
criaturas que son más antiguas que los hombres, pero inferiores en dignidad.
La
tradición oriental explica que proceden de la montaña Qaf, la cual es el límite
entre los mundos visible e invisible, a la vez de ser la montaña de donde
descienden las demás elevaciones de la Tierra. Es importante resaltar que,
entre los muchos relatos, se narra que han existido personajes en la historia
que han sido capaces de atraparlos para ponerlos a su servicio, como esclavos.
Una alusión a ello, es la historia de la lámpara de Aladino.
Pueden
llegar a ser peligrosos para los seres humanos, porque muchos de ellos gozan
lastimándolos y provocándoles enfermedades, o incluso, alimentándose de cuerpos
en descomposición. Si se manifiestan, suelen ser burlones y son señalados como
embaucadores.
Las
familias suelen proteger a los niños de estas criaturas, porque son los más
vulnerables a sus ataques, evitando que osen penetrar a las casas. También se
narra que suelen alimentarse de las energías de las personas.
Otros,
en cambio, suelen ser benévolos. Como parte de las creencias, se afirma que han
llegado a reproducirse mezclándose con el linaje de los hombres, al ser capaces
de adoptar la apariencia que mejor deseen. Sin embargo, también es posible que
adquieran la forma de algún animal.
Entre
los propios genios hay rivalidad, pues existen aquellos que son musulmanes y
aquellos que no lo son. A estos últimos se les considera sirvientes del maligno,
y es por ello, que las estrellas fugaces son arrojadas por Dios, para evitar
que estas entidades se acerquen a merodear por el Cielo.
En
algunas historias de inspiración sufí, el aspecto maligno de los genios se
transforma en un símbolo completamente opuesto, que servirá de metáfora para
los creyentes. El Sufismo es una derivación mística del Islam, donde una de sus
ideas centrales es el amor, identificando a Dios como el Amado y al
creyente como el amante.
La
figura del genio cobra rasgos femeninos, pues la protagonista suele ser la hija
del rey de los genios, quien es buscada incansablemente por el protagonista, quien
es capaz de superar todos los obstáculos con tal de estar a su lado. Lo anterior,
busca hacer comprensible la semejanza del peregrinaje del ser humano por encontrarse
con Dios.
“El
conocimiento habla
Y
la sabiduría escucha”
(Jimi
Hendrix, 1942-1970).