RECICLAJE: TRANSFORMACIÓN DE DESECHOS
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odos en alguna ocasión hemos tenido en
nuestras manos algún tipo de producto, cuyo envase o recipiente, ostenta el
mensaje de haber sido fabricado con material reciclado. Lo más seguro es que al
leer esta frase, nos sintamos satisfechos por adquirir un artículo que
contribuye al cuidado del medio ambiente.
La
cultura del Reciclaje no es nueva, pero quizá hoy en día, es cuando más se
vea reflejado todo lo relacionado a este importante tema, dando lugar a
múltiples campañas alrededor del mundo, informando sobre el uso adecuado de
ciertos artículos, para que una vez utilizados puedan ser desechados (sus
envases, envoltorios, o recipientes) de la forma adecuada, para lo cual existen
contenedores designados para los diferentes tipos de desechos, separándose en
orgánicos e inorgánicos.
Cabe
destacar que dentro de la separación, existe un color definido o señalización
de los contenedores con la leyenda específica, para depositar en ellos la clase
de desecho correspondiente. Ya sea envases de plástico (contenedor
amarillo), papel y cartón (azul), envases de vidrio (verde), desechos
orgánicos (marrón o café), desechos peligrosos (rojo o puntos
limpios), así como el aceite de cocina usado (naranja).
La
idea del reciclaje es la de reducir el uso de materia prima, que a su vez,
reduce el grado de contaminación por la obtención de éstas, así como el uso de
energía. Denominada como la tercer “R”, el reciclaje forma parte de la
reducción de desechos: “Reducir, Reutilizar y Reciclar”.
Cabe
mencionar, que no sólo los desechos mencionados anteriormente son los únicos
que se pueden reciclar. También los materiales ferrosos y diferentes metales
entran en la categoría de reciclados; a tal grado que, en diferentes países, la
actividad de la compra de los metales de desecho se ha convertido en una
actividad importante para muchas personas, debido a que se ha vuelto una
actividad lucrativa, con la que se logra el sostén familiar.
A
lo largo de la historia, el ser humano ha producido basura de diferentes
clases. Se puede decir que, en tiempos pasados, era mucho menor el grado de
contaminación en todos los ámbitos; ya que, para empezar, todos los productos
se vendían a granel y no existían las grandes cantidades de envoltorios que proliferan
hoy en día. Lo mismo sucedía con distintas cosas a las que siempre se les
buscaba una segunda vida útil. Tal vez, más por necesidad, pero esto llegó a
ser una costumbre muy marcada en la población.
En
la década de 1960 se dieron los primeros esbozos para lo que sería la cultura
del reciclaje, cuando activistas pusieron su principal atención sobre
las sustancias químicas que se desechaban en vertederos clandestinos, así como
la basura que, cada vez, se incrementaba en las calles. Pero no fue hasta el
año de 1970 cuando se llevó a cabo el primer Día de la Tierra y, fue
ahí, cuando se dio a conocer el tan popular triángulo formado por tres flechas
verdes.
De
alguna manera, el propósito no fue tomado con tanta seriedad, sino hasta la
mitad de la década de 1990, cuando países desarrollados se preocuparon por
darle la relevancia, a tal grado de estipular reglamentos sobre el reciclaje y
la importancia de éste.
Como
haya sido, lo relevante es que el Reciclaje
ya forma parte de nuestra cultura. Por lo que: “La basura de un hombre, es el
tesoro de otro”.
“El conocimiento habla
y la sabiduría escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).