WIRACOCHA: EL
HACEDOR DE LOS INCAS
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iracocha era el ser supremo del mundo
inca que, diferente al pensamiento de la cultura occidental, se le concebía
como una entidad que continuamente se enriquecía con el pasar del tiempo.
Cabría decir, un ser cambiante en constante evolución. Es por ello, que el
conocimiento total sobre él era impenetrable.
Cuenta
la tradición que Wiracocha surgió de las aguas del lago Titicaca, acompañado de
sus siervos. Fue entonces que el dios decidió comenzar con la Creación. Al
principio creó un mundo oscuro, en el cual no había ni sol, ni luna, ni
estrellas, tan sólo era habitado por las primeras criaturas. Es por ello, que
al dios también se le reconoce bajo el nombre de Wiracocha Pachayachachi,
cuyo significado es “el Hacedor de todo cuanto existe”.
Sin
embargo, estos al poco tiempo se rebelaron contra él, provocando que Wiracocha
los transformara en piedra, decepcionado de todo cuanto había creado. Otras
versiones añaden que, incluso, se produjo una gran inundación —el pachacuti
o Diluvio—, a raíz de que el dios se disgustó de los vicios en
que los hombres habían caído. Otras crónicas señalan que, en esta primera etapa,
existieron gigantes que fueron arrasados.
El
clérigo y cronista Cristóbal de Molina indica que en Tiahuanaco existen muchos
bultos de piedra de hombres y mujeres que, debido a su desobediencia, fueron petrificados.
A
fin de resarcir su error, Wiracocha decide cambiar el proyecto haciendo un
mundo de luz, formando en Tiahuanaco a los astros para este propósito. Una vez
listos, les ordenó que fueran al lago Titicaca, para que de allí ascendieran a
los cielos. A su vez, fue creada una nueva raza de humanos que habitaron en
Tiahuanaco y que posteriormente construirían otras ciudades, poblando las
tierras del Perú.
Se
sabe que el hijo de Wiracocha fue el dios Inti, quien era muy venerado por los
agricultores, puesto que al ser asociado con el sol estaba estrechamente
vinculado con la fertilidad de la tierra. Inti, era concebido como un ente
benévolo y protector de las criaturas de su padre, a tal grado que, sintiendo
compasión de los hombres, decidió enviar a su hijo Manco Cápac para que
gobernara al pueblo, fundando con ello, la civilización inca.
Los
futuros gobernantes eran celosos y guardianes de la línea de sangre sagrada. Y
enseñaron a los hombres la ley y el dogma. El Imperio Inca fue de las más
grandes civilizaciones de América y fue gobernado por catorce Incas.
Los
antiguos peruanos representaban los tres estados de la divinidad a través del
cóndor, el puma y la serpiente. Estos animales eran poseedores de una virtud en
especial, de tal modo que, si un individuo lo alcanzaba, se convertía en un
superhombre, a imagen de Wiracocha.
Se
sabe que Pachacútec es el que diseña y construye Machu Picchu. Su padre y
antecesor en el trono, se llamó Huiracocha, quien había adoptado el nombre de
la divinidad. Tras ganar la guerra al pueblo chancas, Pachacútec agradece al
dios supremo por la victoria obtenida, consolidándose como el noveno inca, al
igual que un nuevo Imperio.
“El
conocimiento habla
y la sabiduría
escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).