miércoles, 13 de mayo de 2020

INVENTOS DE DA VINCI: "Con una capacidad de pensamiento con cara al futuro, fue un hombre adelantado a su época. Leonardo fue clave en el aporte de ideas para inventos que se desarrollarían tiempo después, siendo fundamental para sus sucesores e inventores posteriores".


INVENTOS DE DA VINCI: EL SUEÑO DE LEONARDO 

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a versatilidad de Leonardo da Vinci no deja de sorprender, incluso hasta estos momentos modernos de la existencia humana, al vislumbrar a través de la historia su faceta como genio. Pintor, ingeniero y arquitecto —entre otras disciplinas en las que incursionó durante su vida—, son tan sólo una muestra de su potencial.

Con una capacidad de pensamiento con cara al futuro, se le consideró un hombre adelantado a su época. Leonardo fue clave en el aporte de ideas para inventos que se desarrollarían mucho tiempo después, en donde se reconoce cómo el talento anticipado fue fundamental para el modelo a seguir por sus sucesores e inventores posteriores. 

Da Vinci diseñó varios proyectos, muchos de los cuales no llegó a construir por falta de recursos tecnológicos. Siempre tuvo la intención de publicar sus ideas, cosa que le fue imposible a raíz de su inesperada muerte en 1519. 

En sus diarios, el genio del Renacimiento dejó inscritos una serie de inventos que se quedaron en espera de ser desarrollados, así como otros que sí pudo realizar. Muchas ideas similares fueron propuestas por inventores de siglos más recientes para ser puestas en práctica y desarrollar el ingenio de da Vinci, al contarse ya con tecnología más actual. 

El “Barco con ruedas de paletas”, predecesor de los barcos de vapor, fue uno de los diseños en los que Leonardo visualizó cómo unas ruedas de paletas de 90 centímetros podrían dirigir un barco. De acuerdo con sus cálculos, una rueda a 50 rotaciones por minuto haría posible que éste navegara a 50 millas por hora. 

La “Estructura de alas de inclinación graduable” pretendía que una persona pudiera ajustarse al cuerpo —mediante brazos y piernas—, un bastidor que simulara las alas de un murciélago para intentar volar. Esto funcionaría mediante una serie de movimientos sincronizados; cosa que era difícil de lograr dada la diferencia de peso del armazón y la fuerza del usuario. 

El “Traje de buzo”, fabricado a base de piel, tenía como objetivo permanecer bajo el agua, conectado a través de mangueras y por unos tubos que se quedaban fuera del agua sostenidos por un flotador. El equipo se complementaba con guantes tipo aleta. Leonardo también diseñó “Flotadores para caminar sobre el agua”, de modo que, siendo colocados en los pies del usuario —a modo de zapatos alargados— y desplazándose con dos bastones (tipo esquí), se mantendría el equilibrio. 

El “Cañón con arco de elevación graduable” fue uno de los diseños bélicos para uso de la infantería, al lado de artefactos tales, como granadas, tanques blindados y embarcaciones sumergibles. El mismo, incluía un portador de armas de fuego, cuya altura podía graduarse brindando comodidad. 

El “Paracaídas” no fue ajeno a da Vinci, quien en una de sus notas descriptivas de finales del siglo XV manifestó: “cualquiera podrá saltar sin importar la altura, ausente de riesgo”. Para la industria textil, el “Huso con aleta”, base de la máquina de movimiento continuo, era capaz de trabajar tres hilos diferentes al mismo tiempo. 

Entre otros de los proyectos impresionantes que pretendió llevar a cabo, se encuentran el “Barco volador con alas y casco”, cuyo espacio para los pilotos contaría con los mecanismos para controlar el artefacto. Asimismo, Leonardo concibió la “Ciudad Ideal”, misma que debía ser construida en las cercanías de un río, planeada para vehículos y peatones, así como edificios religiosos y gubernamentales con instalaciones de calefacción. 

 

“El conocimiento habla
y la sabiduría escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).