REGIÓN
HOLÁRTICA: LA GRAN ZONA BIOGEOGRÁFICA
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i un explorador decidiera desplazarse
de la Cordillera Cantábrica, —ubicada al norte de la Península Ibérica—, con
rumbo a la Costa Atlántica de América del Norte, tendría la impresión de que ha
permanecido en la misma región. Evidentemente, la distancia recorrida le daría
una señal, pero sus sentidos podrían engañarle.
Lo
anterior, haciendo referencia a la similitud de la flora y la fauna, ya que las
distintas especies tienen mucho en común; a tal grado, que las diferencias
llegan a ser mínimas, dando lugar a pensar en que existe un parentesco directo
entre ellos. En este artículo nos enfocaremos a la región holártica.
Ejemplo
de lo mencionado es la gran cantidad de ciervos, osos, lobos, conejos, aves, etc.;
los cuales tienen un hábitat semejante en los distintos continentes que
comprenden la región holártica, siendo una muestra de la diversidad
biológica y, al mismo tiempo, de una base común; lo que ha llevado a una
evolución y adaptación a su entorno.
Esto
se menciona debido a que las especies han traspasado las fronteras naturales o
biogeográficas, desplazándose por estos territorios holárticos durante miles de
años, siendo esta zona definida como el grupo de ecosistemas o hábitats
situados en los continentes boreales, comprendiendo la Ecozona Neártica
(América del Norte) y la Ecozona Paleártica (Asia, limitando con la
Cordillera del Himalaya; África del Norte; Europa; así como el centro y norte
de la Península Arábiga).
Las
delimitaciones de estas Ecozonas fueron establecidas por los biólogos y
paleontólogos en base a la distribución imperante de animales y plantas, tomando
en cuenta la influencia de la fauna de antaño. Lo que es en Europa y parte de
Asia, no existe una variación notable en su composición biológica; a diferencia
de lo que ocurre en América, en donde la zona norte dista por mucho de las
zonas central y sur en lo que a su biodiversidad se refiere; debiendo
estudiarse cada una de estas tres regiones americanas de forma independiente.
La
región holártica está considerada como la zona biogeográfica más grande y
variada del mundo. Aquí se encuentran los lagos más profundos, los desiertos
más extensos, las montañas más altas, las grandes llanuras y las zonas boscosas
más amplias y densas. Esto sin contar sus ríos caudalosos y largos, así como
las temperaturas contrastantes y extremas, que van desde los -50° C a los 50° C
en Siberia y Pakistán, respectivamente.
Estas
condiciones favorecen la existencia de biomas de diferentes
características, producto de la humedad, naturaleza, relieve y temperatura, las
que se dividen en medios naturales como lo son: la taiga, la estepa, la
pradera, los bosques de hoja caduca, desierto, tundra y durisilva; sirviendo
como delimitación natural en toda su extensión.
La
existencia de estos paisajes bioclimáticos se determina por las características
de vegetación y condiciones ecológicas, que dan lugar a la existencia de
animales y plantas, en donde el suelo es un factor preponderante para la
proliferación y adaptación de las especies características de cada bioma.
“El
conocimiento habla
y la sabiduría
escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).