AZULEJO: EL ARTE MUDÉJAR
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esde que el ser humano revolucionó el arte de la construcción, desarrolló nuevas y mejores técnicas, así como ideas que le pudieron brindar comodidad y seguridad, añadiendo el toque ornamental que se necesita para embellecer las áreas destinadas al lucimiento y al confort.
El término azulejo se deriva del árabe, traducido como “barro vidriado”. Es una pieza de cerámica de unos cuantos milímetros de espesor, recubierta de esmalte en una de sus caras y sometida a altas temperaturas para adquirir una superficie brillante y resistente a la humedad. Las formas más comunes de estas piezas son las cuadradas y rectangulares, pero pueden fabricarse en diversos estilos, así como en un color (monocromático) o en varios (policromático), ya sean con superficie lisa o con relieve.
Inicialmente, las dimensiones de los azulejos consistían en un tamaño entre once y dieciocho centímetros, tratándose únicamente de una placa cuadrada. Los primeros azulejos fueron de origen islámico y fueron introducidos en Europa en el siglo VII en la península de al-Andalus, lo que hoy es España y Portugal, durante el dominio musulmán en la zona.
Desde el principio han sido ideales para la decoración de muros, pisos y exteriores de edificios, gracias a la gran resistencia hacia los agentes externos, lo que se ha podido constatar en descubrimientos arqueológicos en Mesopotamia y Babilonia.
Hoy en día, los diseños, texturas y matices, se basan en la introducción de nuevos colores, comparados a los viejos modelos monocromáticos, así como diferentes figuras estilizadas, que ha dado como resultado una amplia gama de estilos y selecciones ornamentales para distintas edificaciones públicas y privadas.
Lo que antes era reconocido como artículos destinados exclusivamente para la nobleza, actualmente, debido a los procesos industriales de producción, se ha facilitado la distribución por su bajo costo de fabricación, llegando a ser algo muy popular dentro de la población en general.
Existe una gran diferencia entre el azulejo fabricado en serie y el personalizado. El primero consiste en piezas iguales, bordes regulares y acabado homogéneo. Por el contrario, las piezas manuales se caracterizan por sus remates, colores y ornamentos, que no sólo lucen un atractivo original, sino que guardan el aspecto artístico de su creador.
Para el caso de cocinas y baños rústicos se encuentran los modelos tipo craquelado, que imitan las grietas que aparecen con el paso del tiempo en pinturas antiguas —a modo de deterioro natural—, logrando un ambiente clásico y de apariencia desgastada.
En zonas en donde se pueda aprovechar y colocar zócalos de azulejo y listelos de colores brillantes, se contribuirá a ambientar el lugar, dando un aspecto alegre y luminoso. Hay que saber sacar provecho de los azulejos, ya que con su versatilidad pueden combinar perfectamente con la pintura, el estuco, el papel pintado y pastas texturizadas, cuatro revestimientos que contribuyen a aumentar, acentuar y enfatizar la decoración de nuestro hogar.
Lo que empezó como una tradición de Oriente Medio, hoy se puede disfrutar con la amplia variedad de modelos y marcas que existen en el mercado, y que siempre jugarán a nuestro favor en pos de un ambiente ornamentado y con clase.