martes, 9 de junio de 2020

¿REPOLLO O COL?: Éstas llegan a nuestra mesa, ya sea como plato principal, como guarnición, o bien, acompañando pastas, legumbres y carnes. En fin, la versatilidad que presentan puede llegar a solucionar un problema, cuando nos disponemos a elegir lo que vamos a comer".

Fuente: internet.

¿REPOLLO O COL?: UNA ALTERNATIVA SANA 

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as crucíferas forman parte fundamental de las costumbres gastronómicas del ser humano. Ejemplos como la coliflor, coles de Bruselas, brócoli, repollo (col), lombarda (col morada), rábanos, etcétera —ricas en vitamina C, Ácido fólico y sales minerales—, forman parte de las consideradas “verduras de invierno”. 

Éstas llegan a nuestra mesa, ya sea como plato principal, como guarnición, o bien, acompañando pastas, legumbres y carnes. En fin, la versatilidad que presentan puede llegar a solucionar un problema, cuando nos disponemos a elegir lo que vamos a comer. 

Hay que tener en cuenta a la hora de comprar, optar por productos frescos y de excelente calidad, los cuales son altamente recomendados para su consumo; ya que esto influye en los nutrientes y en el sabor. Por lo que se debe seleccionar las que presentan aspecto compacto y hojas apretadas, descartando aquellas que presenten manchas amarillentas en su apariencia. Otro punto para tomar en cuenta es no mantenerlas por períodos prolongados en la nevera o refrigerador, ya que el aroma desagradable se intensificará a medida que el tiempo transcurra. 

Para limpiarlas, no siempre es necesario desechar las primeras hojas, ya que, en muchas de ellas, se encuentra la mayor parte de las vitaminas existentes en el vegetal. Lo que se aconseja es lavar hoja por hoja, de tal forma que se retire la cantidad de tierra y suciedad que puedan contener; para después separarlas y colocarlas en un recipiente con agua y un poco de vinagre por unos minutos para desinfectarlas. 

Para el proceso de preparación debemos tomar en cuenta el tiempo de cocción, el cual no debe ser excesivo, dado que, las sales minerales, el color y el sabor se pueden ver afectados e incluso perderse, dando como resultado un aspecto desagradable. Lo recomendable es cocerlas con poca agua, ponerles sal al principio y trocearlas lo menos posible. Aunque la mejor forma de cocinarlas, sin duda, es al vapor; con esto se garantiza la conservación de sus propiedades y sus nutrientes. 

Un tip para mantener la coloración después de hervirlas, es sumergirlas en agua con hielo; o bien, utilizar bicarbonato en el agua empleada para su cocción, aunque la desventaja de este método es la pérdida de vitamina C. Cualquiera de las dos formas dará un resultado que se agradecerá al momento de servirlas, ya que de la vista nace el deseo. 

Un factor para tomar en cuenta es el olor que despiden al momento de cocerlas, lo cual puede llegar a molestar a más de uno. Para resolver este desagradable asunto, siempre será una buena solución, añadir al recipiente un trozo de pan duro; o bien, una cucharadita de comino molido al agua con la que la vamos a hervir. Con estos dos trucos conseguiremos eliminar ese olor tan fuerte y muy propio de estos vegetales. 

Ya sea, disfrutarlas como plato principal, acompañadas con el aderezo preferido; como guarnición, combinada con pasta, carne o legumbres; o bien, crudas, hervidas o cocidas, son siempre deliciosas y nutritivas. 

 

“El conocimiento habla
y la sabiduría escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).