martes, 30 de junio de 2020

DISEÑO INDUSTRIAL: "La revolución en el diseño terminaría, finalmente, no sólo repercutiendo en la cuestión del mobiliario, sino que influiría grandemente en los distintos artículos para el hogar, tales como electrodomésticos y en aquellos de oficina, sin dejar de lado a las mismas máquinas".

Fuente de la imagen: Pixabay.

DISEÑO INDUSTRIAL: LA TRANSICIÓN HACIA LA MODERNIDAD 

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na vez terminada la Primera Guerra Mundial, sucedieron desequilibrios en los distintos ámbitos de la sociedad, incluido el económico y lo sociocultural, generando una serie de cambios en la cotidianeidad de la población mundial. Esto condujo a una ola de innovaciones que, prontamente, se dispersaría a todo lo largo y ancho de los continentes. 

La industrialización y la ingeniería se mostraban como factores impulsores de estos cambios, dando lugar a nuevos retos para una sociedad ávida de cosas nuevas. Los diseñadores debían ponerse al día con las recientes exigencias del ingenio, quienes, teniendo como estandarte a la Torre Eiffel, debieron aplicarse en el interés de los procesos industriales, así como en el de la selección de los materiales. 

Durante la década de los años 20’s del siglo pasado, el Maquinismo se fue afianzando dentro de todos los procesos de fabricación, incluido el mobiliario, basándose en modelos sencillos y logrando una producción en serie, así como en la forma de diseño de los distintos artículos. 

El metal surgiría como el principal elemento en la revolución de los diseños del mobiliario. El arquitecto y diseñador industrial húngaro, Marcel Lajos Breuer —quien fuera director del área de ebanistería de la Bauhaus— manufacturó la primera silla con tubos metálicos de acero, de nombre “B3”, y que más tarde —en la década de los años 60’s—, se renombró como “Wassily”. 

De acuerdo con la historia, Breuer habríase inspirado en una bicicleta para su diseño, siendo copartícipe de su innovación, una fábrica dedicada a la producción de este vehículo. A partir de este acontecimiento, se pondría en marcha el uso del metal en los diversos estilos y diseños. 

Al respecto, el arquitecto suizo, nacionalizado francés, Charles Édouard Jeanneret Gris, mejor conocido como “Le Corbusier”, expresaba en 1925: “Es necesario definir cuáles son los requerimientos de una vivienda. Las respuestas deben lograrse partiendo de la misma idea que en el caso de los vagones de ferrocarril, y al igual que el de las herramientas”. 

La revolución en el diseño terminaría, finalmente, no sólo repercutiendo en la cuestión del mobiliario, sino que influiría grandemente en los distintos artículos para el hogar, tales como electrodomésticos y en aquellos de oficina, sin dejar de lado a las mismas máquinas. 

Conforme transcurrían los años, las recientes tecnologías dieron lugar a la presencia y a la popularidad de los aparatos de uso doméstico, representando el avance de la sociedad en términos de simplificación de las actividades propias y cotidianas del hogar. 

La progresiva mecanización ha llevado a los tiempos actuales, a considerar como “reliquias” a los artefactos sobrevivientes al paso de las décadas, contemplándolos como objetos decorativos, recordando etapas pasadas en las que surgió la transición hacia la era moderna. Por este motivo: sifones, archiveros, lámparas, batidoras, cafeteras, taburetes y tostadores, son algunos de los ejemplos que buscan recrear los años posteriores a la Primera Guerra Mundial. 

Sin duda, es digno de recordar el sentido del diseño industrial antiguo, donde el metal, junto con el Maquinismo, se conjuntaron para dar paso al futuro. 

 

“El conocimiento habla
y la sabiduría escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).