FILOSOFÍAS OPUESTAS: NACIONALISMO VS. DEMOCRACIA
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omo consecuencia de las fuertes tensiones experimentadas en gran parte del orbe, a causa de los dos grandes conflictos armados del siglo XX, la Primera y la Segunda Guerra Mundial, era natural que surgieran análisis doctrinales respecto a los fundamentos políticos que sostenían a los Estados en lucha.
Algunos doctrinarios del Derecho llegaron a considerar, que la filosofía democrática habíase desvirtuado con el paso de los años, hasta el punto de entrar en una seria crisis, trayendo como consecuencia el escenario bélico de aquellos tiempos.
De este modo, y como reacción ante la prevaleciente Democracia Liberal Individualista en la mayoría de los países de Occidente —nacida del Racionalismo del siglo XVI y complementada con los principios ingleses del siglo XIX—, se abrió paso al surgimiento de dos de sus enemigos doctrinales: el Comunismo y el Nacionalismo. Ambas doctrinas —igualmente enemigas mutuas—, regidas por el concepto de “Socialismo”, pero entendiéndolo de manera distinta y opuesta.
Mientras que el Comunismo partía de la doctrina Marxista y de su enfoque económico —a la vez de tender a la internacionalización y al rechazo del concepto de jerarquía—, el Nacionalismo oponíase por completo a la ideología Marxista, concibiendo, por ende, la idea de un Socialismo propio desprovisto del enfoque económico y rechazando la lucha de clases sociales del primero, reduciéndolo a un concepto nacional y de tinte jerárquico. Aunque erróneamente a los Nacionalismos del siglo XX se les suele llamar “Fascismo”, cabe aclarar que este término es exclusivo para la Italia de aquellos años, pues cada movimiento nacionalista partía de una doctrina jurídica independiente.
La concepción Democrática que persiste en nuestros días, se cree que contó con dos etapas perfectamente delineadas. La primera fase correspondería a una etapa de preparación y de posterior desarrollo, misma que pretendió la integración de tres de los conceptos básicos de dicha corriente ideológica: el Constitucionalismo, el Liberalismo y el Individualismo; tomando como punto de apoyo las Revoluciones Francesa y Norteamericana. Esta etapa podría ser descrita como experimental, y corresponde al período final del siglo XVIII hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial en 1914. La segunda fase consistió en la racionalización y la construcción formalista del Poder, y que es posterior a 1918 hasta 1939, el denominado “Período de entre guerras”.
De este modo, se encontraban en el campo bélico inicial tres frentes políticos: el democrático (Inglaterra, Estados Unidos y Francia), el comunista (Unión Soviética) y el nacionalista (Alemania, Italia y España). Hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, los comunistas y los demócratas pactaron una alianza, reduciéndose únicamente a dos, el número de los bandos enfrentados: los Aliados contra las Potencias del Eje.
Por este motivo, decíase que la Segunda Guerra Mundial no era tan sólo un conflicto entre dos sistemas políticos por medio de las armas, sino la lucha de dos interpretaciones contrapuestas de la vida: la Filosofía Individualista de los siglos del XVI al XVIII —representada por las Democracias y sus aliados—, frente a la Filosofía Crítico-Realista del siglo XX, representada por los Nacionalistas.