GRANITO: ELEGANCIA DE LO NATURAL
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entro de las maravillas de nuestro planeta, las cuales suelen ser muchas, existe una roca resistente de origen volcánico, dentro de las catalogadas como ígneas. Con una composición de cuarzo, mica, feldespato y plagioclasa, el Granito ha sido durante mucho tiempo un material utilizado de forma versátil.
Dentro de sus principales usos en el área habitacional, radica como revestimiento de muebles de cocina y baños (cubiertas o encimeras), así como en pavimentos; siendo ideales por su duración, apariencia, delicado envejecimiento y baja porosidad.
En su estado natural, se puede encontrar combinado con otros minerales, los cuales aportan coloración y texturas, lo que determina la variedad en los tipos que se pueden adquirir, sin olvidar la cantidad de cristales contenidos en su estructura, lo que logra un aspecto vistoso, en mayor o menor medida.
Presenta una gran facilidad y practicidad con la que se puede adaptar y fijar a diferentes soportes y superficies. Ofrece un aislamiento ante las altas temperaturas, también lo es contra la contaminación acústica, sin olvidar la resistencia a la humedad. Otros de los factores para tomar en cuenta, es que soporta el desgaste a la intemperie y rayones; además de la fácil limpieza y mantenimiento por su poca porosidad.
Como elemento decorativo, el granito —al presentar fracturas y uniformidad en su colorido— brinda una enorme posibilidad de combinaciones con otros materiales, logrando determinados efectos de brillo y texturas.
Hablando de su uso como pavimento, cuenta con las ventajas de ser un producto de mantenimiento simple, a base de agua y jabón. Pero lo más importante es la resistencia a la compresión, la cual, según ronda los 800 kg/mm2.
Existen varios tipos de acabados para las cubiertas de granito, mismas que mencionaremos a continuación:
Abujardado. Como su nombre lo indica, se logra una terminación por medio de golpes con una bujarda, en base al tipo de cabeza y al número de impactos. Técnica que ha sido utilizada desde tiempos antiguos, y puede decirse que es de las más convencionales. El granito presentará pequeños puntos (finos o no tan finos) uniformes en su cara, lo que aclara el tono de la roca, obteniendo algo de rugosidad.
Pulido. El objetivo de esta técnica es la de obtener una superficie brillante y lisa, con apariencia cristalina. Se logra con equipo mecánico a base de abrasivos, resultando con el cierre de porosidades, lo que brinda resistencia a agentes externos; además de resaltar el aspecto de la roca, realzando la textura y el color.
Apomazado. Con un procedimiento similar al pulido, a diferencia de obtener una superficie lisa pero con acabado mate, sin el realce de la textura ni marcas visibles de la roca.
Aserrado. Se obtiene del corte liso y plano del granito por medio de discos de diamante, atravesado por surcos y ondulaciones paralelas; dando como resultado una superficie áspera con un tono claro y sin brillo.
Flameado. Este procedimiento se utiliza, principalmente, en piezas grandes y aserradas previamente. Consiste en someter al granito a altas temperaturas que rondan los 2 mil 800°C, con mecheros de oxiacetileno; creando un choque térmico y logrando desprendimiento de finas esquirlas, obteniendo una superficie rugosa sin afectar su color.
Arenado. Este método se realiza a base de chorros de arena de sílice a presión, obteniendo un resultado similar al abujardado, pero con puntos más finos, dependiendo de la presión del chorro.
Rústico. Prácticamente parte de un corte natural y un ligero desbaste realizado a mano.
En fin, las combinaciones que se pueden conseguir son amplias. Todo depende de saber lograr la que sea perfecta para cada quien.