"Lao-Tse"; Templo Taoísta en Guangzhou, China.
LAO-TSE: UNA COMPLEJA FILOSOFÍA
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hina es agraciada por contar con uno de los grandes filósofos de todos los tiempos, simbolizado y encarnado en la figura de Lao-Tse. Su influencia ha sido tan significativa, al grado de no sólo ser reconocido en la propia China, sino que su pensamiento es valorado en otros pueblos hasta nuestros días.
Se cree que nació alrededor del año 605 a. C. en la provincia de la actual Henan. La leyenda cuenta que habría nacido bajo la sombra de un ciruelo. Se le sitúa como contemporáneo y maestro de Confucio, otro hijo predilecto de China y de la humanidad, quien años más tarde, su filosofía se tornase incompatible con la de su maestro.
Como todo personaje histórico de gran relevancia, Lao-Tse se encuentra rodeado de misticismo en lo que a su nacimiento se refiere. Cuenta la leyenda que sucedieron cosas inverosímiles. Su madre fue una virgen y su padre un rayo de sol. Se argumenta que la virgen llevó durante 81 años al niño bajo su corazón antes de dar a luz.
Es por ello por lo que, al nacer, el niño presentaba pelo y cejas de color blanco, a tal grado de considerársele un sabio desde su primer día de vida, como una persona octogenaria y madura de pensamiento. Cabe mencionar que la doctrina de Lao-Tse es igual de amplia y estructurada como la de su alumno Confucio.
Como parte de su formación, Lao-Tse fungió como bibliotecario en la corte de Zhou. No obstante, este modo de vida le imposibilitaba dedicarse a la meditación, motivo por el cual la abandonó, dejando atrás las comodidades y los lujos que esto le acarreaban.
Para muchos, la filosofía de este personaje resulta un tanto confusa y controvertida, puesto que la explica en un pequeño libro con 81 capítulos (como su “tiempo de gestación”), desglosando así su pensamiento. Se dirigió al oeste con su obra hasta llegar a la frontera, donde hizo entrega del manuscrito a un oficial fronterizo bajo consigna de cuidarlo y guardarlo bien. Acto seguido, desapareció para siempre, porque se dice que, a partir de entonces, nunca más nadie lo volvió a ver.
El Tao Te Ching, la obra de Lao-Tse, ha sido el título chino más traducido a diferentes idiomas y que mayor número de interpretaciones personales ha arrojado, siendo incluso de gran complejidad para los propios historiadores, traductores y editores. Tanto así, que dentro de los pasajes da ocasión a que se difundan toda clase de ideas, ajustándose a la conveniencia particular de quien lo emite.
Algunos relatos taoístas afirman que cabe la posibilidad, de que Lao-Tse, hubiese visitado a Buda en la India para informarle y darle a conocer su filosofía, a fin de convertirlo al Taoísmo.
Por su parte, cabe mencionar que el Tao Te Ching ha sido fuente de inspiración de muchos pensadores chinos a lo largo de la historia, desprendiéndose de su lectura e interpretación una serie de ritos y costumbres. Sin embargo, hay quienes consideran que sólo unas cuantas mentes han sido capaces, de extraer de la obra de Lao-Tse, la esencia de su legado.