PIZZA: LA HERENCIA ITALIANA
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entro de la denominada comida rápida está la pizza. Con diferentes tipos, estilos y tamaños, es fácil tomar un teléfono y ordenar la de nuestra preferencia, ya sea, en una de las grandes cadenas multinacionales, o bien, en establecimientos que han logrado hacer competencia a los grandes dentro de este rubro.
Hablar de esta comida, es hablar un poco de todo: origen, historia y sabor. Atribuida como país a Italia y, como ciudad a Nápoles, se popularizó durante el siglo XVII; aunque un siglo atrás, la pizza era un platillo dulce callejero y considerado para la gente humilde.
Algunas versiones mencionan, que el estilo que conocemos se dio cuando los viajeros europeos retornaron del Continente Americano con el tomate. Unos dicen que de México y otros de Perú. Esto durante el siglo XVIII. Cabe señalar que el siglo XIX fuel inicio de la propagación de esta comida, primero en el territorio italiano y, de ahí, al resto del mundo.
Se dice que, para muchos de los italianos, sólo hay dos tipos de pizzas: la marinara y la margherita. La primera —que era conocida por ser preparada por las esposas de los marineros— a base de tomate, orégano, ajo y aceite de oliva. A diferencia de la marinara, la margherita fue preparada por primera vez en 1889 por el cocinero Raffaele Esposito, en honor a la reina de Italia, Margherita de Saboya. Dicha creación fue a base de tomate, queso mozzarella y albahaca.
No es necesario imaginar todas las variantes que existen, en aquellos países, donde este alimento goza de una fama tal, que es un éxito rotundo, encontrándose dentro de los favoritos de la clientela.
A pesar de todo lo bueno de la pizza, no podemos olvidar que también existe el riesgo que implica comerla de forma periódica, pudiendo repercutir en la salud de los consumidores, manifestándose en el aumento de peso. Ante esta situación, especialistas en nutrición han recomendado aprender a comerla de la forma correcta.
La pizza aporta mucha energía por la harina de trigo, la cual es el elemento principal de su constitución; pero puede equilibrarse si se elabora con ingredientes saludables, tales como en versiones de pollo, jamón de pavo o vegetariana, en vez de las tradicionales recetas. Esto, aunado a que su fabricación es mediante horneado, lo cual dista mucho de los alimentos fritos.
Algunos nutriólogos afirman que, comer dos rebanadas una vez cada dos semanas, es cosa sana, siempre acompañada de algún tipo de ensalada verde y una bebida baja en calorías. Con esto se busca siempre el equilibrio, incluyendo productos de origen animal y vegetal, tratando de no olvidar esta sugerencia.
Con este consejo podemos disfrutar de la pizza, a sabiendas de que nada está prohibido, siempre y cuando se incluyan otros alimentos para así tener una dieta más variada. La clave está en el balance, moderando la cantidad y la forma, cuidando los hábitos alimenticios sin omitir comidas durante el día.