SILLAS CLÁSICAS: ESTILO DE ANTAÑO
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n el mundo de las antigüedades no siempre se puede conseguir lo que se desea, por lo que siempre existen alternativas para buscar algún tipo de objeto o artículo que sea de nuestro interés, mediante reproducciones de tal calidad que cumplan con las expectativas de lograr el ambiente que requerimos en la decoración del hogar.
Este caso es muy común en el mobiliario. Muchas de las veces apreciamos —en programas de televisión o en revistas especializadas— un sinfín de casas con decoraciones y amueblados elegantes con un estilo antiguo; lo que nos impulsa a querer hacer algo por la nuestra, haciéndonos tomar ideas para mejorarla. Pero como mencionábamos, no siempre se encuentran en nuestra localidad piezas con estas características, ni establecimientos que se dediquen al negocio de las antigüedades.
Afortunadamente, las reproducciones llegan a ser bastante buenas, lo que nos facilita conseguir nuestro objetivo. Un claro ejemplo son las sillas de estilo clásico, ya sean Luis XV, Luis XVI, Victorianas, etc., de las cuales se fabrican réplicas basadas en estos tipos, guardando la mayoría de los detalles para lograr asemejarse.
Se recomienda que se tenga el conocimiento para saber reconocer los distintos modelos de sillas antes de comprar, consultando libros, revistas e incluso, recurrir a un experto. Para la correcta identificación, es necesario observar con detenimiento las patas y el respaldo. De aquí parte la clave para compararla con el modelo original.
Hablando de las sillas Luis XV, las patas delanteras son curvas y tienen un respaldo cóncavo tapizado, lo que las hace muy cómodas; además de ser considerada una silla muy femenina. Las sillas Luis XVI, a diferencia, son más geométricas, tienen las patas rectas y el respaldo puede ser redondo o cuadrado.
Las de estilo Imperio mantienen una línea pura —quizá sean las de mayor estilo clásico, inspiradas en la Roma y Grecia antiguas—, por lo que son una excelente opción para todo tipo de comedores. Las principales características son las patas de sable (pied en sabre) y una peineta ancha que corona el respaldo, el cual es dividido por un aspa central. Las tipo Regency mantienen un estilo similar a las Imperio, diferenciándose en el respaldo por contar con un travesaño curvado superior en vez del aspa característico de la otra.
Existen otros modelos de sillas, los cuales fueron bautizados en honor a las reinas inglesas, como lo son: la Reina Ana y la Reina Victoria, al igual que la Reina Isabel II de España.
La silla Reina Ana cuenta con una pala central tallada en el respaldo y las patas curvadas hacia adelante. La silla Reina Victoria o Victoriana tiene un respaldo ovalado, pero su principal característica son las bolas que tiene en las patas delanteras, las cuales pueden contar con una en la parte superior, y con otra en la parte final del pie. La silla Isabelina está basada en la Victoriana y son sillas de comedor por distinción. Ambos modelos se distinguen por las patas. Las de la Isabelina son arqueadas y no lleva bolas.
Por último, mencionaremos un modelo clásico de silla: la Windsor. Tiene las cuatro patas inclinadas hacia afuera, un respaldo formado por barrotes verticales y un asiento totalmente plano.
Siempre será grato acercarnos a obtener algo que nos agrade y que nos lleve a lo que deseamos para nuestra casa perfecta.