ACAPULCO: TURISMO POR TRADICIÓN
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o sólo para los turistas mexicanos, sino también para los viajeros internacionales, Acapulco es un destino de playa que nunca defraudará y que jamás pasa de moda. Ubicado en la costa del Estado mexicano de Guerrero, el Puerto de Acapulco está bañado por las aguas del Océano Pacífico, donde se puede disfrutar del sol, la arena y el mar, convirtiéndose en el sitio favorito de mucha gente.
Pero Acapulco no sólo se trata de playa, también existen otros tipos de atracciones que hacen de este puerto, un sitio versátil lleno de actividades para todo tipo de gustos. Un ejemplo de lo mencionado sería el Jardín Botánico, inaugurado en el año de 2004, que tiene por objetivo proteger la biodiversidad de la región. En este santuario natural se pueden apreciar la flora y la fauna más distintivas, en un área aproximada de seis hectáreas de selva; destacándose las plantas con flores y majestuosos árboles, así como una variedad de aves multicolores, reptiles e insectos.
Pero una visita a Acapulco no estaría completa sin uno de los tradicionales recorridos por la bahía, los cuales se pueden contratar por paquetes que incluyen varios tipos de actividades, como música tropical en vivo, concursos, bebidas, etc.; por lo que siempre será una buena idea planear, con tiempo, un paseo familiar a bordo de las embarcaciones que prestan este tipo de servicio.
Para los gustos más exclusivos, se encuentra Acapulco Diamante, una de las tres zonas turísticas del puerto, donde se encuentra lo más novedoso y desarrollado del lugar, en la que, inicialmente, una inversión importante —de millones de dólares— dio como fruto un sector de cadenas de hoteles internacionales, condominios de lujo, zonas comerciales, campo de golf, villas privadas y las mejores comodidades para los más exigentes.
Algo para resaltar es que la modernidad y la cultura no están peleadas. Más allá de los centros de diversión y grandes hoteles, existe un pasado colonial, donde el Fuerte de San Diego es un digno representante del acervo histórico de Acapulco, el cual fue construido en 1616 para proteger a los galeones españoles que arribaban al puerto. Hoy es conocido como el Museo Histórico de Acapulco, mostrando en diferentes salas la historia del lugar, en torno a la época colonial.
Introduciéndose en el centro de la ciudad —totalmente alejado del ajetreo de la vida de playa—, podemos encontrar las estrechas calles y construcciones con tejados rojos hasta llegar al zócalo, donde se encuentra la Catedral de Nuestra Señora de la Soledad, así como establecimientos de comida que invitan siempre a ingresar. Otro sitio de interés es la Casa de la Máscara, la cual exhibe una cantidad importante de estas piezas multicolores. Sin duda, una representación del arte popular, propias de las danzas y festividades típicas.
Acapulco, en algún tiempo, se convirtió en el lugar favorito de celebridades de Hollywood y de personajes internacionales, como Elvis Presley, Frank Sinatra y muchos más. Todo esto no estaría completo sin mencionar a la Quebrada, el famoso acantilado en donde clavadistas, ejecutan la proeza de lanzarse al mar desde una altura de 35 metros, mostrando el valor y la astucia de hombres que desafían a la muerte.
Por último, la comida, con productos del mar, es una de las más variadas y ricas, destacándose el tradicional pescado a la talla. Todo un símbolo de las delicias acapulqueñas.