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SISTEMA DE CASTAS: ORGANIZACIÓN SOCIAL EN INDIA
I |
ndra era el nombre de la divinidad aria asociada a la guerra, señor impetuoso al que dicho pueblo adoraba. De acuerdo con el Rig-Veda, esta deidad era dueña de un gran poderío, capaz de arrasar con sus enemigos lanzando rayos y destruyendo ciudades, fortalezas y a los hombres sin ley. Estos últimos eran los dasa —como fueron llamados por los arios—, quienes mucho tiempo antes se habían instalado en la península indostánica.
Los dasa pertenecían a un tronco racial diferente al de los arios, pues su piel era oscura, además de ser sedentarios; contrario a los segundos: blancos y nómadas. De acuerdo con los descubrimientos arqueológicos, los vestigios encontrados en Mohenjo-Daro y Harappa, demuestran que los dasa fueron una civilización organizada y muy higiénica. Se especula que ya rendían culto a determinados animales, como elefantes y bueyes, y sorprende el hallazgo de una diosa con tres caras, que parece tener semejanza con el dios Shiva.
Aunque los textos arios afirman que los dasa eran caníbales, los historiadores continúan debatiendo al respecto. Lo que sí es un hecho, es que, a lo largo de la historia de la India, los actos de canibalismo han tenido lugar. Tal es el caso de los aghori, quienes profesan que el Universo está impregnado de la divinidad de Brahma, creador de todo cuanto existe, no habiendo diferencia entre ambos; por lo que, ingiriendo alimentos repulsivos, se consigue un gran dominio sobre uno mismo y sobre la naturaleza, al grado de resucitar a los muertos.
En la India, la población se encuentra dividida en castas, diferenciándose cada una por sus particulares fiestas y rituales. Antiguamente, solamente existían cuatro grupos en la sociedad: los brahmanes (sacerdotes), los chatrias (políticos y guerreros), los vaisias (comerciantes y artesanos) y los shudras (siervos), quedando por debajo de ellos los dasa. Hoy, sin embargo, el número de castas supera las mil.
El concepto de pureza —y el afán por conservarla—, es algo que se encuentra muy afianzado en el dogma de la población. Las castas inferiores pueden contaminar a las de rangos superiores solamente por tocarles. En otros casos, la sola presencia es causa de contaminación, exigiéndose distancias de separación, dependiendo de la casta u oficio al que la persona pertenezca.
Un individuo que hubiera consumido carne de vaca contaminará a un sacerdote al acercársele a veinticuatro metros. La comida, preparada por una casta determinada, no deberá ser ingerida por personas pertenecientes a otra. Algunos grupos, incluso, tienen prohibido escupir, mientras que otros, deben llevar siempre consigo una escoba para limpiar la zona por donde transitaron.
Aunque el número de castas es exorbitante, como anteriormente se mencionó, las dos principales —y de las cuales se desprende el resto— son: aquella que puede dar de beber agua a un brahman sin peligro de contaminarle, y aquella que lo tiene rotundamente prohibido.
La posible explicación a este peculiar sistema social, y que los historiadores conceden, radica en las guerras de invasión de la antigüedad; en las cuales, los ocupantes buscaban a toda costa evitar mezclarse con los conquistados, en aras de conservar el poder.