jueves, 16 de julio de 2020

ARTE OTOMANO: "Esto no sólo se apreciaba en los edificios de índole sagrado, sino que era, también, algo distintivo en los públicos o civiles. Tanto ha sido el aprecio por este tipo de decoración, que ha llevado a la organización de un buen número de exposiciones".

Fuente de la imagen: Pixabay.

EL ARTE OTOMANO: UNA HERENCIA TURCA 

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entro del mundo del arte, es sabido que los otomanos adoptaron el buen gusto de los turcos de Anatolia, razón por la cual, las decoraciones de su arquitectura eran realizadas a base de ricas inscripciones, fundamentadas en una exquisita caligrafía, misma que se integraba como un elemento imprescindible dentro de ella. 

Esto no sólo se apreciaba en los edificios de índole sagrado, sino que era, también, algo distintivo en los públicos o civiles. Tanto ha sido el aprecio por este tipo de decoración, que ha llevado a la organización, de manera importante, de un buen número de exposiciones, siendo el arte otomano representado en distintas áreas, destacando su famosa caligrafía y dando una nueva visión del arte islámico. 

La caligrafía, como aspecto decorativo, nos lleva a darnos cuenta de que, no sólo significaba un lujo, sino que demostraba, además, la importancia de la escritura como un arma poderosa; independientemente de su gran belleza, digna de admirar y valorar. 

Pero no sólo esto representa la riqueza del arte otomano, también lo son los manuscritos, cerámica, textiles, armas e instrumentos científicos y otros más. Un ejemplo, de este tipo de muestra, fue las expuesta en la Galería Brunei de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos, en Londres, en el ya lejano 1996, la cual estuvo dividida en cuatro secciones. 

La primera de ellas, bajo el título: “Al Servicio de Dios”, muestra tal cual, la importancia de la caligrafía como un distintivo especial de las mezquitas. Se presentaron reproducciones de estas inscripciones colosales, al mismo tiempo que fueron mostradas, ilustraciones de la época del Sultán Mahmud II. Siendo la caligrafía la principal de las artes, se utilizaba para hacer representaciones artísticas de plantas, animales, o simplemente de formas armónicas. 

La segunda sección, denominada: “Sultanes, Soldados y Comerciantes”, hace alarde de las banderas de seda del siglo XV —de brillantes y llamativos colores—, manuscritos de algunos Sultanes y un manuscrito de medicina islámica de la biblioteca de Süleyman “El Magnífico”. 

La tercera sección: “Artes y Oficios”, muestra dibujos realizados por la técnica otomana. El “Ebrú”, también conocido como “papel turco”, se trata de un trabajo de diseños dibujados con tintes sobre la superficie del agua, para después colocar sobre ella, una hoja de papel, para que ésta absorba el tinte. Esta técnica requiere de materiales naturales, como lo son: hojas de rosal, crines de caballo, goma de tragacanto (para el espesamiento del agua) y bilis de ganado (para suspender la tinta en el agua). Con esto se obtienen diseños hermosos y vistosos. Cabe mencionar que, en esta sección, también se expusieron objetos delicados de plata datados de los siglos XVI y XVII. 

La cuarta y última sección: “Libros, Pinturas y Letras”, tuvo como principal atractivo una encuadernación en cuero realizada en el siglo XVI, a la vez de álbumes y compilaciones poéticas decoradas con miniaturas del siglo XIX. 

Como dato adicional, todos los objetos presentados en esta importante exposición, son de la prestigiosa colección de arte Khalili. 

 

“El conocimiento habla
y la sabiduría escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).