lunes, 13 de julio de 2020

FORTALEZAS MEXICANAS: "Por razones más que evidentes, todo esto se dio en las costas del Golfo de México; zona por donde los colonizadores arribaron y por donde, más tarde, los piratas de otros países europeos intentaron incursionar en tierras mexicanas".

Fuente de la imagen: Pixabay.

LAS FORTALEZAS MEXICANAS: UN LEGADO HISTÓRICO 

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entro de la Historia de México, se vivieron todo tipo de episodios relacionados con invasiones. Empezando por la Conquista, la que dio inicio a la Nueva España, así como eventos posteriores, en donde el principal objetivo era el saqueo de las riquezas de lo que, en ese entonces, pertenecía a la Corona Española. 

Por razones más que evidentes, todo esto se dio en las costas de lo que hoy se conoce como el Golfo de México; zona por donde los colonizadores arribaron y por donde, más tarde, los piratas de otros países europeos intentaron incursionar en tierras mexicanas, buscando apoderarse de las riquezas que abundaban en la época.

Prueba de lo mencionado, son las fortificaciones que existen todavía, y que, antaño, fueron protagonistas, al soportar los embates de los piratas. Ahora, simplemente como testigos, se han convertido en símbolos de los acontecimientos, siendo merecedoras, algunas, del título de “Heroicas”. 

Fue en el transcurso de los siglos XVI y XIX, cuando esta situación prevaleció; dando motivo a la intromisión, en las aguas del Atlántico, de piratas franceses, holandeses e ingleses, siendo el principal objetivo de su codicia el Puerto de Veracruz, el cual fue protegido por la imponente fortaleza construida por los conquistadores españoles: San Juan de Ulúa. 

Se dice, que Veracruz ha sido el lugar en donde se almacenaron y embarcaron grandes cantidades de oro y plata, más que en cualquier otro sitio en el mundo. Por esta razón, para los españoles, fue necesario erigir una fortificación, capaz de salvaguardar los valiosos tesoros que tenían, como destino, a la Madre Patria. La construcción del Fuerte de San Juan de Ulúa se llevó un tiempo cercano a los 50 años, y es uno de los siete baluartes edificados entre los siglos XVI y XVII. El que hoy es un atractivo turístico, también fungió como la Sede de la Corona de la Nueva España y como sede provisional del Poder Ejecutivo, además de ser utilizado como una de las prisiones más crueles que hayan existido. 

Un dato interesante, dentro de la Historia de México, es que el Puerto de Veracruz ha recibido la mención honorífica de “cuatro veces heroico” y, en todas, el Fuerte de San Juan de Ulúa es el protagonista de la defensa nacional. 

Campeche es otra ciudad ubicada en el Golfo de México. Al igual que Veracruz, sufrió el acoso por parte de piratas, por lo que se erigió el Baluarte de San Carlos (en honor al Rey Carlos II de España), el cual, con sólo 12 cañones hizo frente a los asaltantes. Actualmente, se convirtió en el Museo de la Ciudad, donde se revive el accionar que tuvo la fortificación, al igual que otras, en la historia de Campeche. 

Para finales del siglo XVII, Campeche era una ciudad amurallada, contando con un sistema de defensa eficaz, en donde también destacaba el Baluarte de Santiago (terminado en 1704 y nombrado así en honor a Santiago de Compostela), mismo que hoy funge como jardín botánico. 

Otros dos fuertes que complementan el sistema de baluartes de Campeche, son los llamados de San Miguel (1801) y el de San José El Alto (1762). El primero es ahora el Museo Regional de Campeche, mientras que el segundo (el cual hizo frente a la Armada de la Gran Bretaña), es hoy el Museo de Barcos y Armas, con elementos de la época virreinal hasta los de mediados del siglo XX. 

Existe otra fortaleza, la cual, a diferencia de las anteriores, se encuentra en la costa del Océano Pacífico. El Fuerte de San Diego (1616) tenía como principal objetivo, cuidar de los galeones cargados con tesoros, provenientes de Filipinas. Para tal efecto, los españoles lo construyeron para cuidar del puerto y de sus mercancías, en una colina del viejo Acapulco. 

Acapulco sirvió como punto estratégico para recibir productos provenientes de Asia, Perú, Chile y Centroamérica, mismos que eran transportados por vía terrestre a la Ciudad de México y de ahí a Veracruz, para ser embarcados rumbo a España. Hoy es sede del Museo Histórico de Acapulco. 

La finalidad de todas estas fortalezas era la de repeler al enemigo. Hoy su misión es diferente: invitar a los viajeros nacionales e internacionales a conocerlos. Una situación totalmente opuesta. 

 

“El conocimiento habla
y la sabiduría escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).