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FLORES: ORNAMENTO, AROMA Y DISTINCIÓN
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as flores son un elemento decorativo que no pueden faltar en nuestros hogares. Además de su belleza, muchas de ellas cuentan con un aroma capaz de impregnar el ambiente casero, transmitiéndole una dosis de naturalidad y delicadeza. Sin duda, aquellos que se deciden por adornar los exteriores de su propiedad con estos ornamentos naturales, contarán con una vista más exquisita.
El colorido es un agregado adicional, aunque siempre es aconsejable, como en todo, elegir el tipo de flores que no sólo vayan con nuestro estilo personal, sino que puedan ser mantenidas adecuadamente. Desde luego que, si del mercado hablamos, las encontraremos clasificadas también por el precio, algo que, a su vez, deberá ser acorde con nuestro presupuesto.
Una flor que luce en cualquier sitio es el Ave del Paraíso, incluso en la oficina. Muchas personas optan por ella debido a su alta resistencia. Es ideal cuando se cuenta con poco tiempo libre, pues su mantenimiento no requiere de atención constante, gracias a su durabilidad.
Los tulipanes, presentes en las antiguas leyendas persas e impregnados del sello de neerlandés, son un símbolo de la vida nueva. Son excelentes para los comedores, logrando realzarlo, gracias a su delicado aroma que encaja a la perfección con el de las comidas.
Otra flor que se caracteriza por su tenue aroma es el girasol. Se aconseja que, en caso de elegirle, sea colocado en un espacio estratégico y que éste no se encuentre muy saturado, pues de lo contrario, su lucimiento se verá opacado.
Las favoritas de muchas personas son las rosas. Combinan perfectamente en los comedores, en las recámaras y en la cocina. La elegancia de los espacios está garantizada con ellas.
Por su parte, las flores ideales para la sala son los lirios. Entre sus bondades, resaltan su distinción, estética y fragancia. Independientemente de la calidez hogareña, ayudan a que las áreas se vean ordenadas y limpias. Se recomienda contemplarlas como parte de la decoración, ya que, al ser colocadas en el espacio destinado para el recibimiento de las visitas, ayudará a que su estancia sea más acogedora.
La gerbera se ajusta a los presupuestos modestos, pero no significa que su belleza no vislumbre. Su forma, en sí, es sinónimo de júbilo. Su matiz más conocido es el rojo intenso, pero también es posible encontrarla en otras tonalidades. Al igual que los lirios, son excelentes para las salas y para los recibidores.
Las orquídeas, por su parte, son muy versátiles. Queda al gusto de cada persona colocarlas en el espacio de la casa que mejor le acomode.
Por extraño que parezca, los pequeños detalles son los que terminan por marcar la diferencia. En el caso de las flores, su singularidad estética las ha llevado a ser foco de atención, desde tiempos antiguos, por parte de la aristocracia, quienes, incluso, las han hecho dignas de una larga tradición familiar.
Hoy en día, esto se ha vuelto común y al alcance de cualquier presupuesto; a tal grado, que existen mercados destinados, exclusivamente, a la compra, venta y distribución de flores.