jueves, 2 de julio de 2020

NESSIE: "Fue entonces cuando los allí reunidos se percataron de la presencia de la criatura. San Columba realizó la señal de la cruz y con voz enérgica ahuyentó al animal. Durante el siglo XVI surgieron narraciones de testigos que afirmaban haber avistado a la misteriosa bestia del lago Ness".

Fuente: internet.

NESSIE: EL MONSTRUO DEL LAGO NESS 

E

l lago Ness se encuentra ubicado al norte de Escocia y cuenta con aproximadamente 35 kilómetros de largo y 4 de ancho. Gracias a la fama de su fantástico monstruo, en el año de 1969 un sumergible que iba tras su búsqueda, alcanzó los 325 metros de profundidad. Distintos tipos de salmones proliferan en sus aguas, al igual que anguilas de tamaño considerable, peces y plantas acuáticas. 

Una curiosidad histórica que gira en torno a esta antigua leyenda escocesa alude a San Columba de Iona, monje gaélico que dedicó su vida a la evangelización de dichas tierras de Europa en el siglo VI. En la célebre Vita Columbae —escrita por su principal biógrafo—, el teólogo Adomnán, registra cómo San Columba en cierto día, encontró a unos hombres que enterraban a una de las víctimas de la temible bestia que asediaba la zona. 

Cuenta la leyenda, que fue entonces cuando los allí reunidos se percataron de la presencia de dicha criatura, la cual se preparaba para atacar a una persona que estaba en el lago. Acto seguido, San Columba realizó la señal de la cruz y con voz enérgica ahuyentó al animal, para sorpresa de los pobladores, quienes se convirtieron sin dudarlo al Cristianismo. 

Durante el siglo XVI surgieron narraciones de testigos que afirmaban haber avistado a la misteriosa bestia del lago Ness. Pocos siglos antes, durante la Edad Media, los relatos escoceses describían la presencia de reptiles con apariencia de dragón, mencionándose entre ellos, el testimonio de “Fraser de Glenvackie” —recordado como el héroe que acabó con el último dragón de Escocia en 1520—, quien aseguró haber visto a una criatura de aspecto draconiano en las aguas del susodicho lago. 

A pesar de que, en los años siguientes el número de avistamientos fue incrementándose, sería hasta los años 30’s del siglo XIX, cuando la leyenda del monstruo del lago Ness cobraría mayor atención. Un matrimonio aseguró haber distinguido entre las aguas, a un misterioso ser a tan sólo pocos metros de distancia desde un bote y, meses más tarde, el Daily Express hablaba ya sobre un misterioso pez que rondaba en la zona, y cómo finalmente se había mostrado a los impactados testigos. 

En el año de 1972, la Oficina de Investigación del Fenómeno Lago Ness, conformada por un grupo de científicos interesados por descifrar lo más pronto posible tan enigmática situación, se dispuso a aventurarse en la zona y finalmente consiguió fotografiar algo similar a una aleta de gran tamaño, de cuya identidad no estaban seguros. Entre los requisitos que el Estado exigía para proteger a una especie que se encontrara en peligro de extinción, era fundamental que contara con un nombre científico. 

Fue entonces cuando el doctor Robert Rines —de la Academia de Ciencias Aplicadas de Boston—, en compañía del naturalista sir Peter Scott, alarmados por el peligro al que la criatura pudiera estar expuesta, se dispusieron a bautizarla como: “Nessiteras rhombopteryx”, cuya traducción aproximada sería: “maravilloso Nessi de aleta rómbica”. 

Independientemente de que estas presuntas pruebas se descarten o no, lo cierto es que la mítica criatura no deja de despertar la fascinación de cientos de turistas, quienes acuden fervorosos a la casa de Nessie con la esperanza de algún día descubrirlo. 

 

“El conocimiento habla
y la sabiduría escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).