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DOBERMANN: EL PERRO GENDARME
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ería en el siglo XIX, cuando el recaudador de impuestos Karl Friedrich Louis Dobermann, daría nacimiento a una nueva raza canina, misma que, en su honor, sería bautizada con su apellido. Además de su oficio antes dicho, Dobermann era perrero, oficialmente reconocido por el Estado, lo que lo facultaba para hacerse con canes abandonados. Asimismo, la historia cuenta que era custodio de una perrera en Apolda, Alemania.
La historia cuenta que, Dobermann, al desempeñarse como vigilante nocturno y, a la vez, portar consigo determinadas sumas de dinero (producto de su trabajo como recaudador de impuestos), requería de ayuda para llevar exitosamente las tareas. Era necesario contar con un acompañante fiel y siempre disponible, pero por desgracia, tratándose de perros, consideraba que no llenaban sus expectativas.
Para esto, optó por dar surgimiento a un ejemplar que reuniera las características necesarias. Para la crianza, decidió probar apareando distintas razas, siendo los denominados “perros de carnicero”, los que más influyeron en el proceso. Así, debieron ponerse en marcha cruces de Rottweiler, Braco de Weimar, Pinscher, Beauceron, Galgo inglés, Alano alemán y del Manchester terrier. Sin embargo, cabe destacar que existe controversia respecto a qué razas fueron empleadas realmente.
A pesar de que, en la actualidad, el Dobermann se encuentra señalado como un perro de alta peligrosidad, lo cierto es que son animales muy nobles, los cuales deben ser tratados adecuadamente, dando como retribución, el cariño, fidelidad y obediencia plena a sus amos. Se debe ser consciente, de que su carácter será de cierta desconfianza hacia los extraños, pues la genética que los constituye procede de razas caninas con características de guardia y defensa.
Históricamente, ha sido empleado para propósitos policíacos y seguridad pública, siendo oficialmente reconocido para tal encomienda en las primeras décadas del siglo XX. Su vitalidad, fuerza, astucia, inteligencia y empeño, les han valido para ser considerados perros escolta por excelencia.
El Schutzhund, cuya traducción del alemán es “perro de protección”, es definido como un entrenamiento que busca evaluar el carácter, temperamento y utilidad de los canes; originalmente destinado exclusivamente para el pastor alemán, pero que en la actualidad admite a otras razas, entre ellas, el Dobermann. Se centra, principalmente, en tres importantes aspectos: rastreo, obediencia y defensa. Los ejemplares que logran superar las pruebas, en base a un criterio establecido, son aceptados para poner en práctica sus habilidades en un rubro en específico, siendo avalados para formar parte, incluso, de las fuerzas del orden.
Debe recordarse que la responsabilidad de las personas es fundamental para conservar el equilibrio de las mascotas. El hecho de que un perro pudiera tornarse violento, en ciertos momentos, depende mucho del estado psicológico en el que se encuentre. Por desgracia, los programas de televisión y las películas han influido fuertemente para que el Dobermann sea objeto de rechazo, e incluso, de miedo y desprecio, asociándolo a eventos violentos.
Lo cierto, es que nos encontramos ante una raza imponente, respetable y elegante.
