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ESCIÁPODOS: LA RAZA MONÓPODA HUMANOIDE
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sciápodo era la designación otorgada a aquellos seres mitológicos de la cultura griega, caracterizados por poseer una sola pierna. Su constitución, en general, era del tipo humanoide, siendo en ocasiones representados con una extremidad de longitud normal, pero con un pie de tamaño considerable. En otras imágenes pueden ser apreciados con una proporción convencional.
El procurador imperial, Plinio el Viejo, en su célebre enciclopedia “Historia Natural”, menciona la existencia de estas criaturas, a las cuales describe como sorprendentemente habilidosas en salto y desplazamiento. Antes que él, ya el médico e historiador griego, Ctesias de Cnido, hablaba de los Monocoli, —como también eran llamados—, quienes tenían la particularidad de acostarse en el suelo y elevar la pierna, al tiempo de usar su pie como protector ante los rayos del sol.
San Agustín de Hipona, no ajeno a las narraciones de la antigüedad, llegó a citar en sus escritos a los esciápodos, al cuestionarse si era posible que, tras el diluvio —e incluso antes de él—, se hubieran dispersado en la Tierra, criaturas nefastas con el calificativo de “hombre”.
Como dato curioso, dentro del folclor colombiano se encuentra la “patasola”, una entidad que, según la leyenda, habría sido una mujer que a causa de su infidelidad le fue amputada una de las piernas por su marido, convirtiéndose al morir, en una criatura sedienta de sangre que ha cobrado la vida de muchas personas. En Brasil, el “sací” es un ente dotado de una sola pierna, capaz de causar daño a la gente, debiéndose tomar precauciones para no ser víctima de sus intenciones.
Aunque resulta evidente que estos personajes sudamericanos son de una naturaleza fantasmagórica, hay quienes han especulado que el origen de los esciápodos en el Viejo Mundo, pudo deberse al encuentro con espectros que los viajeros solitarios llegaron a tener. De acuerdo con las leyendas de América, estas entidades suelen manifestarse en sitios alejados de la civilización, siempre ocultándose de la presencia humana.
Por su parte, el filósofo y matemático griego, Apolonio de Tiana, creía que los esciápodos radicaban en la India y en Etiopía. En lo que a ello respecta, la idea generalizada de situar al país asiático como el principal lugar del encuentro de esta mítica raza humanoide, se cree que tuvo su origen en la incertidumbre y desconocimiento de las tierras de Oriente, por parte de los occidentales.
Estas fantásticas criaturas, de llegar a existir, sin duda formarían parte del gran número de seres mágicos, habitantes de las zonas remotas y bosques encantados, de las innumerables historias de hadas y entidades mitológicas que enriquecen el bagaje cultural de la humanidad.