miércoles, 5 de agosto de 2020

NEAT: "Consisten en actividades simples, no siendo ejercicios, propiamente hablando, pero capaces de quemar calorías y utilizar energías, tales como leer, escribir y la realización de movimientos corporales; muchas veces hasta irrelevantes y cotidianos".

Fuente de la imagen: Pixabay.

NEAT: EJERCICIOS EN LA OFICINA 

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asar mucho tiempo sentado puede resultar en un problema a la larga. Independientemente de que el cuerpo irá perdiendo flexibilidad progresivamente, a la par de llevar una vida sedentaria, muchas personas viven con la preocupación de aumentar de peso. Este problema suele ser habitual en quienes pasan gran parte de su tiempo de trabajo detrás de un monitor, algo recurrente en los oficinistas. 

A pesar de que lo ideal siempre será ejercitarse de una manera adecuada, existen pequeñas alternativas que ayudarán a amortiguar esta problemática, a la vez de relajar al cuerpo de la tensión ocasionada, a causa de la inmovilidad, y de forzar al organismo a permanecer en una misma posición durante un tiempo prolongado. 

Los NEAT, por sus siglas en inglés, que podría traducirse como “termogénesis actividad sin ejercicio” y que, como su nombre lo indica, consisten en actividades simples, no siendo ejercicios, propiamente hablando, pero capaces de quemar calorías y utilizar energías, tales como leer, escribir y la realización de movimientos corporales; muchas veces hasta irrelevantes y cotidianos. 

Los NEAT son un excelente complemento para todos aquellos que optan por la ejercitación en su tiempo libre. No obstante, también son un auxilio para quienes no disponen del tiempo requerido para hacerlo. Es necesario recordar que levantarse del asiento cada hora ayudará a disminuir el riesgo de desarrollar problemas en los riñones y várices. 

  Entre las flexiones más recomendadas en el horario de trabajo y, por lo general, de las más comunes, se encuentran las que a continuación expondremos. Primeramente, está el levantar los pies unos cuantos centímetros, para entonces estirar las piernas hacia adelante. A fin de obtener un resultado satisfactorio, deberá mantenerse esta posición durante 30 segundos y, entonces, dar descanso a las piernas. 

Otra opción consiste en extender y estirar los brazos hacia el frente. A continuación, el cuerpo deberá ser inclinado en la misma dirección, al tiempo de que el peso es dejado caer sobre brazos y pernas. Al cabo de unos segundos se retornará a la posición original. Se aconseja que este tipo de flexiones sean realizadas treinta veces. 

Los hombros son otra parte importante que debe ser estimulada. Se recomienda, mientras se permanece sentado, levantarse de la silla con la pura fuerza de las piernas sin ocupar los brazos. Una vez hecho esto, o incluso para quienes pudiera dificultárseles, una buena alternativa es hacerlo mientras los brazos permanecen extendidos hacia el frente, ayudando a conservar la estabilidad. Este movimiento deberá ser realizado de forma lenta y consecutiva durante veinte veces. 

Estirar el torso no es menos significativo. Guardando una posición erguida, y adoptando una postura adecuada de espalda y glúteos, acorde a nuestra silla, las piernas serán levantadas, cuidando que los zapatos no toquen con nuestra ropa o, en su defecto, quitándolos por un momento. Acto seguido, se realizarán movimientos de derecha a izquierda del torso, con la finalidad de darle estiramiento a los músculos de piernas y espalda. 

 

“El conocimiento habla
y la sabiduría escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).