lunes, 5 de abril de 2021

EL HOLANDÉS ERRANTE: "Detrás de esta historia, una terrible maldición se esconde. Narraciones de varios testigos dejaron constancia de su existencia. Uno de los más sobresalientes, es quizá, el de los príncipes de Gales: Alberto Víctor y su hermano, el futuro Jorge V".

Fuente de la imagen: Pixabay.

EL HOLANDÉS ERRANTE: EL MALDITO Y TRÁGICO NAVÍO 

E

n el período comprendido entre los siglos del XVI al XVIII, cuando nuevas y extrañas tierras eran descubiertas por los osados marineros, una leyenda que terminó ganando amplia popularidad y que sobrevivió hasta nuestros días, es la del “Holandés Errante”. En una época en la que la navegación representaba un acto de extrema valentía, no era de extrañar que pronto aparecieran relatos fantásticos de diversa índole. 

El argumento más difundido acerca del Holandés Errante, es la que sostiene que, detrás de esta historia, una terrible maldición se esconde. Se cuenta, que el capitán Willem van der Decken, ambicioso por reconocimiento y grandeza, pactó con el Diablo a cambio de protección en sus peligrosas travesías, aún si eso implicaba burlar a la naturaleza misma. El relato culmina con Dios condenando al capitán y a su barco a una eternidad en el mar, sin posibilidad de tocar tierra y sin rumbo alguno. Una variante asegura que sólo puede tocar tierra una vez cada cierto tiempo. 

Lo interesante del caso son las narraciones de varios testigos que dejaron constancia por escrito, de su existencia. Uno de los más sobresalientes, es quizá, el de los príncipes de Gales: Alberto Víctor y su hermano, el futuro Jorge V. 

De acuerdo con los príncipes, el 11 de julio de 1881 tuvieron un encuentro con el Holandés Errante cuando navegaban por el estrecho de Bass. Según el texto, trece personas avistaron tan curioso fenómeno, en el que lo más evidente, fue la extraña aparición de una luz roja muy resplandeciente, similar a la de un barco fantasma. 

Por su parte, encontramos textos alusivos al misterioso navío de parte del indólogo John Leyden, del escritor Thomas Moore e, incluso, del carterista George Barrington, por citar algunos. Durante la Segunda Guerra Mundial, un submarino alemán reportó el avistamiento de un barco fantasma. A inicios del siglo XIX un navío de la armada británica habría estado a punto de colisionar con él, publicación que inspiró a Richard Wagner para su obra. 

A pesar del nombre del capitán antes mencionado, variantes de la historia señalan, en cambio, al capitán Bernard Fokke como el posible personaje de donde toda esta leyenda se habría originado; toda vez que había sido capaz de recorrer, en tan sólo tres meses, la distancia concerniente desde Holanda a Java, una isla ubicada en Indonesia. 

Los científicos han querido explicar tan singulares avistamientos con el fenómeno óptico. De este modo, Fata Morgana (en honor a Morgana le Fay, la gran hechicera y media hermana del legendario rey Arturo) sería la respuesta, consistente en espejismos producidos tanto en tierra como en mar, a causa de la elevación de ondas de calor que crean la ilusión de objetos voladores, como sería el caso del Holandés Errante en ciertos testimonios. 

Una leyenda similar y que antecede a la de este misterioso barco, es la del Judío Errante, en donde una vez más, el agua está de por medio. La leyenda cuenta cómo Jesús, durante su agonía camino a la crucifixión, suplicó por un poco de agua a un hombre judío que por allí pasaba. Sin embargo, éste se negó y, en consecuencia, Dios lo condenó a errar por la Tierra hasta la segunda venida de Cristo. 

 

“El conocimiento habla
y la sabiduría escucha”
(Jimi Hendrix, 1942-1970).